A raíz de la decisión de Israel y Alemania de ofrecer una inoculación de refuerzo a su población de personas mayores, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido hoy una moratoria mundial a una tercera dosis de las vacunas contra la covid-19 dado que todavía hay países sin protección.
La población más vulnerable, sin protección
"Entendemos la preocupación de los gobiernos de proteger sus poblaciones del variante delta, pero no podemos aceptar que los países que ya han utilizado la mayoría de los suministros de vacunas, utilicen todavía más, mientras que las poblaciones más vulnerables del mundo siguen sin protección", ha asegurado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Y es que, de 4.000 millones de vacunas administradas a nivel global, más del 80% han ido a países de ingresos altos y medios, que representan en conjunto menos de la mitad de la población mundial, ha precisado, para ilustrar la desigualdad en el acceso a una de las intervenciones vitales para detener la pandemia.
En este sentido, ha añadido que se necesita uno "un cambio urgente", en cuanto al cual "la mayoría de las vacunas que van a países con ingresos" pasen a ser destinadas a los "países con ingresos bajos".
Una decena de países apuestan por la tercera dosis
Estos países no son los únicos que han hecho esta reflexión que olvida a los estados con menos población inmunizada. Un ejemplo es el Reino Unido, que tiene previsto hacer lo mismo a partir de septiembre.
De hecho, en total, ya son casi una decena de países los que han aprobado salir adelante con la tercera dosis de la vacuna. Otros lo están debatiendo y, en paralelo a este planteamiento, ya hay estados que han empezado a adquirir dosis de refuerzo o que tienen contratos con algunas farmacéuticas para los años 2022 y 2023 para disponer de más vacunas (cómo es el caso del Estado español).
España abre la puerta
El 23 de julio, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, admitía por primera vez que "todo apunta" que habrá que administrar "una tercera dosis de refuerzo" contra la covid-19. Paralelamente, la titular de Sanidad iba más allá y reconocía que, a causa de las nuevas variantes del coronavirus, es posible que sea necesario vacunarse cada año. Eso sí, por ahora, no hay ningún plazo previsto ni se sabe cuándo se aprobaría esta medida, en caso de que prospere.
La decisión de implementar una tercera dosis no acaba de satisfacer a la Organización Mundial de la Salud, que considera que hace falta "más evidencia científica" que pruebe la eficiencia de aprobarla.
Una mayor protección contra la cepa Delta
La decisión de los israelíes - los primeros a tomarla - llegó un día después de que la empresa norteamericana publicara unos datos que demostrarían que el nivel de efectividad baja del 91 al 84% después de los seis meses desde la última inoculación. Además, calculan que el índice de eficacia bajaría una media de un 6% cada dos meses. En paralelo, el estudio probaría, en principio, que una tercera dosis ayudaría a una mayor protección contra el variante Delta.