Los sarcomas son tumores malignos que se originan en el tejido conectivo, constituido por los tejidos de soporte del organismo. Existen dos grandes grupos: los sarcomas de partes blandas y los sarcomas óseos. Los primeros se localizan en los tejidos blandos, como los músculos, la grasa, los nervios, los vasos sanguíneos y los tendones, mientras que los segundos son tumores que se originan en los huesos.

Pero, ¿cómo aparecen, cuáles son sus síntomas y cuál es su tratamiento? Coincidiendo con el Día Mundial contra el Cáncer, hemos hablado con el Dr. Javier García del Muro, jefe de la Unidad de Sarcomas del IOB (Instituto Oncológico de Barcelona), para que nos explique todos los detalles sobre estos tumores.

Del Muro IOB
Dr. Javier García del Muro, jefe de la Unidad de Sarcomas del IOB. Foto: Quirónsalud

Aparecen en cualquier parte del cuerpo y tienen poca prevalencia en España

Existen más de 50 subtipos diferentes de sarcoma y pueden aparecer en cualquier parte del organismo, aunque son más frecuentes en las piernas y brazos. Son poco frecuentes, solo representan un 1% del total de tumores malignos y son responsables del 2% de la mortalidad por cáncer. 

Su incidencia estimada en España es de unos 6 casos nuevos al año por cada 100.000 habitantes

Estos sarcomas, tal como indica el doctor García del Muro, pueden aparecer en cualquier edad, aunque su máxima se da entre los 40 y 60 años en caso de los sarcomas de partes blandas, mientras que los sarcomas óseos son más comunes en jóvenes.

En cuanto a los huesos en los que los sarcomas tienen mayor incidencia, afectan sobre todo a los de la rodilla —principalmente el fémur y la tibia—, aunque también, en menor medida, al húmero y a otros huesos de los brazos, la pelvis, las costillas y las vértebras.

Factores de riesgo y síntomas

El especialista del IOB explica que, en la mayoría de los casos, no existen factores predisponentes conocidos. El rango de posibles afectados es muy amplio; aun así, en un pequeño número de casos pueden identificarse algunos factores de riesgo, como enfermedades raras hereditarias -por ejemplo, la neurofibromatosis- o la administración de radioterapia años antes, lo que se asocia con los sarcomas postirradiación, que son más resistentes al tratamiento.

En los sarcomas óseos, el síntoma inicial suele ser dolor óseo persistente. En los sarcomas de partes blandas, el signo más característico es la aparición de un bulto o tumoración en los tejidos blandos del cuerpo.

Con frecuencia estos tumores son indoloros y pueden crecer rápidamente

El hecho de que la gran mayoría de las tumoraciones en partes blandas sean benignas hace que, en muchas ocasiones, no se contemple inicialmente la posibilidad de que se trate de un sarcoma, lo que provoca un retraso en el diagnóstico.

Por ello, han sido definidos unos criterios de riesgo que alertan sobre la posibilidad de que una tumoración en partes blandas se trate de un sarcoma: 

  • Tamaño de la masa superior a 5 cm
  • Rápido crecimiento
  • Localización profunda

El proceso de diagnóstico

El tratamiento de los sarcomas y posible prevención

El tratamiento de los sarcomas es multidisciplinario y requiere un equipo formado por cirujanos, oncólogos, radioterapeutas y oncólogos médicos. La parte más importante del tratamiento es la cirugía, que debe ser amplia y, por lo general, se asocia con quimioterapia o radioterapia.

Debido a la baja incidencia de estos tumores, su heterogeneidad y su complejidad terapéutica, se recomienda que los pacientes sean tratados en un centro que cuente con un equipo especializado.

Con los tratamientos actuales, es posible conseguir la curación en un número importante de pacientes

El doctor afirma que, desgraciadamente, no se conoce cómo prevenir la aparición de este tipo de cáncer. Lo único que se puede hacer para minimizar su gravedad es promover el diagnóstico precoz.

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Persona analizando pruebas médicas. Foto. Pexels

Aquellos pacientes que presenten alguno de los signos de alarma mencionados anteriormente deben ser valorados rápidamente y, en caso de sospecha de sarcoma, ser remitidos a centros especializados para realizar el diagnóstico e iniciar el tratamiento lo antes posible.