Tras interrumpir los ensayos de la vacuna de Oxford contra la Covid-19 por la reacción adversa en uno de los voluntarios, la universidad inglesa ha informado este sábado que reanudará las pruebas clínicas con su vacuna. En un comunicado, Oxford indicó que las pruebas de la vacuna, que se desarrolla junto a la farmacéutica AstraZeneca, se reanudarán en el Reino Unido después de hacer una pausa preventiva el pasado día 6.

Esta posible vacuna, considerada una de las más avanzadas que se desarrollan en todo el mundo, está en las fases finales de los ensayos clínicos antes de recibir la autorización de los organismos reguladores para proceder a inmunizar a la población.

300 millones de vacunas contra la Covid-19

A finales de agosto, la UE cerró con la farmacéutica británica AstraZeneca un "primer contrato" que le garantizaba el acceso a 300 millones de dosis de la vacuna, por lo que la suspensión de los ensayos supuso un serio motivo de preocupación en Europa y en todo el mundo.

Una investigadora de Covid en un laboratorio. / Efe

En su nota para dar cuenta de la reanudación de las pruebas, la universidad indicó que en todo el mundo unas 18.000 personas han recibido esta vacuna en estudio como parte de los ensayos clínicos y que, en pruebas tan amplias como esta, se espera que algún participante pueda sentirse mal.  "Cada caso debe ser evaluado cuidadosamente" para asegurar la seguridad de la vacuna, añadió el comunicado de Oxford, que no ha especificado la fecha de reanudación de los ensayos. Las pruebas clínicas en el Reino Unido empezarán otra vez tras completarse el proceso de revisión independiente.

Reacción adversa en un voluntario

"No podemos desvelar la información médica sobre la enfermedad (del voluntario) por razones de confidencialidad del participante", explica la alta casa de estudio en su nota. "Estamos comprometidos -añadió- con la seguridad de nuestros participantes y el más alto nivel de conducta en nuestros estudios y seguiremos de cerca la seguridad" de la vacuna.

La potencial vacuna dio resultados prometedores en los primeros ensayos, y estaba siendo sometida a pruebas clínicas en el Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y Sudáfrica. El mes pasado, los Gobiernos de Argentina y México, así como la fundación mexicana Slim, llegaron a un acuerdo con AstraZeneca y la Universidad de Oxford para fabricar la vacuna en sus países y distribuirla después al resto de América Latina, excepto Brasil. El presidente de Argentina, Alberto Fernández, informó en agosto de que el objetivo era elaborar entre 150 y 250 millones de dosis que estarían disponibles a precios accesibles, con un coste individual de entre 3 y 4 dólares. 

 

Imagen principal: Inyección de una vacuna. / Efe