Entrevistamos al doctor Jaume Padrós, presidente del Col·legi de Metges de Barcelona para saber cómo afronta el sistema sanitario, a nivel de recursos y psicológicamente, esta segunda ola. Padrós representa uno de los colectivos que, obviamente, el Govern también escucha cuando tiene que tomar decisiones drásticas. El presidente del Col·legi asegura que el Govern no le ha pedido ni tanteado que entre, pero tampoco lo haría, ya que se debe a su cargo en activo y responsabilidad. Trabaja como médico de familia y representa a más de 34.000 colegiados, según datos del 2018.

¿De entrada, cómo están los hospitales?
Yo no hablaría primero de los hospitales, sino del sistema sanitario, porque los hospitales representan un peldaño, pero también están los centros de atención primaria que están prácticamente desbordados desde hace semanas. No hemos tenido ni un momento de descanso. Y menos mal que la atención primaria ha hecho de escudo protector de todo el país. A diferencia de lo que ha pasado en Madrid, el trabajo de estos ha sido primordial para que no estemos peor.

Hay un cierto desánimo entre los sanitarios

De acuerdo, pero un indicador que nunca nos falla es la ocupación de las UCI...
Sí, y es cierto que la curva ascendente de los últimos días ya no tensiona los CAP sino todo el sistema. En los hospitales hemos aumentado las cifras de ingresos y pacientes y ya se pueden considerar peligrosas o alarmantes. Por Covid, estamos a punto de ampliar las áreas de críticos. Hay un cierto desánimo entre nosotros, que lo tenemos que corregir y lo corregiremos.

La primera ola nos cogió con el pie cambiado, ahora con el ánimo tocado

¿Están peor los sanitarios que el sistema en esta segunda ola?
No sufrimos por su efectividad sino por la falta de personal, por ejemplo de enfermeras. Además, la presión a la que estamos sometidos pesa. Un estudio sobre el nivel de afectación psicológica emocional detalla las repercusiones en los médicos durante la primera ola, pero si volvemos a mirar a finales de agosto, las cifras eran similares, cerca de un 65% de afectados, y ahora estamos cerca de la mitad. ¿Conclusión? No nos hemos recuperado y hay zonas como l'Hospitalet o Lleida que no han tenido ni un paréntesis para hacerlo. Tenemos la sensación de que la desescalada se ha hecho muy rápida. En la primera ola, a los sanitarios nos cogió con el pie cambiado, en esta segunda con el ánimo tocado.

¿Qué no hemos hecho bien?
La socialización, no somos capaces de asumir lo que es la resiliencia. Hay que coger este concepto que tan integrado tenían nuestros abuelos.

¿Tanta culpa tienen los jóvenes?
No los ataco solo a ellos, son un grupo importante, pero no el único. Te puedo poner ejemplos de las primeras comuniones que se han hecho en Lleida donde hay, mayoritariamente, adultos. Te pongo más ejemplos: hoy me he enterado de actividades extraescolares donde se han hecho PCR y se les deja seguir activos sin saber los resultados. No hay bastante corresponsabilidad. Hay quienes lo han hecho bien y otros que no.

Hacen falta sanciones ejemplares, no imágenes impactantes de intubados en la UCI

¿Para mejorar la conciencia social, en esta segunda ola hay que enseñar más las consecuencias del coronavirus? ¿Como por ejemplo se ha hecho en otras campañas como la de tabaco o tráfico?
No estoy de acuerdo, a las personas se las tiene que hacer cómplices. No creo que enseñando imágenes impactantes de personas intubadas en la UCI podamos aprender, de hecho, no creo que se tengan que mostrar. Lo que hace falta es informar más, trasladar la responsabilidad a la ciudadanía y seducir, convencer a los ciudadanos. Soy más de la opinión que si eso comporta un perjuicio a terceros, se tienen que imponer sanciones ejemplificantes. En verano, me he cansado de ver locales donde se permitía hacer lo que se quería. Nos hemos dedicado a no entender el sentido de la tolerancia. Se han abierto expedientes, pero no sanciones de peso. En la sociedad se generan contradicciones constantemente. Recuerdo que un restaurante fue multado dos veces por haber organizado una macrofiesta y, sorprendentemente, TV3 lo premió en un concurso como el restaurante con el mejor trinxat de la Cerdanya. Éticamente es impresentable, porque en este ejemplo había un afán recaudatorio. Pueden haber cagadas, pero no con finalidades económicas.

Hemos infantilizado a la sociedad

Está siendo muy contundente...
Se ha dado demasiada permisividad, hiperprotección y hemos infantilizado a esta sociedad. Más de una vez he reclamado explicar la verdad a los ciudadanos de cómo estamos, no somos un país pobre, pero tampoco rico y sé lo que comporta un segundo cierre. Es evidente que si hubiéramos tenido un comportamiento más solidario, no se tendrían que haber tomado medidas tan drásticas. Ahora estamos pagando las consecuencias de no haber hecho bien las cosas, aunque el final de esta película nadie lo sabe. Quizás nuestro país acaba saliendo adelante y todo el daño que podía hacer esta pandemia ya lo ha hecho, pero no lo sabemos.

Jaume Padrós desde el Col·legi de Metges de Barcelona

¿Qué nos depara este octubre, noviembre?
La gente se tiene que preparar para, como mínimo, las próximas cuatro semanas. Serán muy duras, volveremos a tener el sistema sanitario muy tensionado. Nos tenemos que preparar también psicológicamente, como te decía antes. Y la única manera de preservar el sistema sanitario es evitando la cifra de muertos y enfermos de la primera ola. Tenemos que depender de los recursos pero también de la actitud. Quiero recordar que durante la gripe española del 18, la segunda ola fue más devastadora que la primera. De entrada, sé que desde el punto de vista económico lo será.

Algunos enfermos frágiles, si enferman de Covid, no irán al hospital

Vuelven a venir fantasmas del pasado reciente. ¿Por ejemplo, abrir hospitales de campaña o tener que priorizar pacientes?
A ver, algunos enfermos frágiles si enferman de Covid, no irán al hospital y si es de otra cosa, tampoco. Enviar a una persona al hospital porque tendrá un respirador y pensar que así tiene más posibilidades es un error. Y quien lo dice muestra una gran ignorancia de lo que es la realidad. Muchos pacientes que su estado basal es muy frágil, el hecho de que aparezca una enfermedad como la Covid, no significa que el recurso más adecuado sea el hospitalario que ya sabemos que no le salvará ni le mejorará la vida. El protocolo, en su momento, fue desafortunado la manera como se explicó. Pensemos en si tener un final de vida en urgencias, sin nadie, es lo mejor.

Cuesta entenderlo cuando luchas por tu vida...
Por eso tenemos el equipo asistencial que lo tendrá que analizar y proporcionar el mejor tratamiento para cada uno.

¿Y con la mirada hacia el 2021?
Salut ha creado cinco nuevos equipamientos que prevé abrir en febrero del año que viene. Nos tenemos que preparar para todos los escenarios que puedan llegar.

Una causa de la frustración es pensar que se ha trabajado y preguntarse de qué ha servido

Al final, la conclusión es clara: Catalunya ha hecho las cosas mejor o con resultados más correctos que Madrid... ¿Pero de qué ha servido?
Esta es una de las causas de la frustración, pensar que se ha estado trabajando de lo lindo y para qué ha servido. Te contestaría, por ejemplo: para retrasar el momento y atender a muchos más pacientes. También estoy de acuerdo con que ahora eso ya no es suficiente y si los ciudadanos no tienen un comportamiento adecuado es porque los políticos y sanitarios no se lo hemos hecho entender a la población.

No confinar Madrid ha perjudicado a todo el Estado

Hagamos autocrítica, ¿qué no puede volver a pasar?
De entrada, ten en cuenta que hay una variable de comportamiento del virus que todavía no conocemos lo suficiente, mira Holanda donde estaba tan bien y ahora se ha disparado de golpe. En el caso del estado español, te diría que la desescalada ha sido muy precipitada y que la sociedad, colectivamente, está infantilizada y piensan que las restricciones no les afectan a ellos directamente. También hay menos confianza en los políticos y por la gestión que se ha hecho en algunos sitios determinados. No confinar Madrid ha perjudicado Catalunya y todo el Estado. En la primera ola se vio clarísimo como las dos Castillas quedaron afectadas por la misma actitud. También te diría que faltan test, eso también ha marcado la diferencia entre comunidades. Y los conflictos políticos, en Madrid ha influenciado especialmente porque no hay un acuerdo de cómo se tiene que actuar dentro del gobierno y eso se nota. Aparte, variables como el clima, las estaciones... Son muchas cosas.

La implicación del president Torra ha sido muy grande y positiva

¿Qué administración tiene más responsabilidad?
Todas. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha hecho una gestión responsable, ha tenido muy buenas formas, pero el estado español ha tenido tendencia a despreciar las comunidades autónomas y todavía lo hace. No soy quién, ni quiero entrar en la valoración política, pero el president Torra lo ha hecho bien. Yo mismo he escuchado delante mío a políticos de todos colores que han coincidido con que su implicación ha sido muy grande y positiva. Errores ha cometido, como todo el mundo, también es evidente. Y hay ayuntamientos que realmente lo han hecho muy bien, como por ejemplo el alcalde de Puigcerdà, Albert Piñeira. Y otros que se han inhibido y no querían dar las malas noticias. A grandes rasgos, la tendencia del Estado es la recentralización y es verdad que para cerrar bares y restaurantes los recursos tienen que venir de este. El Govern ha destinado 40 millones de euros que no sirven ni para poner un parche. En Francia, al revés: se decreta el toque de queda y el estado pone miles de millones.

Ya no le pregunto si nos confinamos, sino ¿cuándo?
Confío en las personas que tienen que tomar las decisiones y seguro que lo harán bien. Se tienen que tener muy en cuenta todos los datos y buscar un punto de equilibrio. Si se deben tomar decisiones, como otras veces, las compartiremos. Ahora hay una aceptación genérica de que las cosas no van bien y se tendrá que endurecer la restricción social.

Poca cosa más podemos añadir...
Sí, tenemos que aprovechar la crisis para generar cosas positivas con un consenso sin precedentes. Una demanda necesaria es que el Govern ponga en marcha un proceso de modernización del sistema sanitario. En una comisión de expertos ya hemos entregado a la administración las treinta medidas que tendrán que orientar la próxima década a reformar el sistema público. Me gustaría subrayarlo para que quede claro: la Covid ha desnudado muchas cosas y toca hacerlo ahora aprovechando los fondos europeos. El futuro del país pasa por invertir en sanidad.