El restaurante El Álamo d'Alcover cierra definitivamente sus puertas después de 42 años de negocio familiar. "No podíamos continuar abiertos, era hundirnos más", explica Míriam Claver, copropietaria de este negocio familiar, especializado en banquetes y calçotades.
A causa de su cierre, el restaurante El Álamo d'Alcover, da el excedente de los productos de su despensa, al Banco de Alimentos de Alcover y al de Tarragona.
— Ayuntamiento de Alcover (@Alcover_Vila) December 28, 2020
Agradecemos su gesto. ���� pic.twitter.com/R95o8bKOfO
Al mismo tiempo, reconocemos la dedicación y colaboración que, tan la propiedad de El Álamo como|cómo sus profesionales, han demostrado con el pueblo de Alcover a lo largo de su dilatada història����
— Ayuntamiento de Alcover (@Alcover_Vila) December 28, 2020
El cierre lo anunciaron el día de Sant Esteve a través de las redes sociales, si bien el establecimiento ya lleva cerrado desde mediados de octubre a causa de la crisis provocada por la Covid-19 y las continuas restricciones en la hostelería. Este y otros casos que ya han salido a la luz sólo son "la punta del iceberg", avisa el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de la Provincia de Tarragona (AEHT), Francesc Pintado. Un 30% de los negocios, dice, podrían desaparecer.
El 10 de octubre pasado el restaurante El Álamo d'Alcover, en el Alt Camp, cerraba puertas y ya no las ha vuelto a reabrir. Situado en las afueras del pueblo, se trata de un conocido establecimiento en la zona, referente en celebraciones. Con capacidad para 1.600 personas, dispone de nueve salas y una singular fachada, que imita la estética de un castillo. Reformado el año 2008, el local fue fundado ahora hace 42 años.
"Profunda tristeza"
La familia que regenta este histórico establecimiento ha decidido bajar la persiana definitivamente, "invadida por una profunda tristeza". Así lo hacían saber a su clientela en un emotivo comunicado a través de las redes sociales, difundido durante estas fiestas. El Álamo no ha podido aguantar los continuos cierres y restricciones decretadas para el sector a causa de la pandemia.
"Nos da mucha pena, y no solamente afecta a El Álamo, es todo un sector el que está muy tocado; ojalá eso cambie, pero nosotros no podíamos continuar más abiertos, nos habríamos hundido demasiado", lamenta Míriam Claver, copropietaria del restaurante, un proyecto familiar donde "tanta dedicación y obstinación" han vertido. El género que guardaban a las cámaras lo han dado en comedores sociales.
"Hace ocho o nueve meses que advertíamos que eso pasaría", señala al presidente de la AEHT, Francesc Pintado. Según la entidad, "la aplicación de medidas y la falta de anticipación y de ayudas directas al sector" se está traduciendo en "ansiedad, inquietud y necesidad" a las familias que conforman el tejido hostalero de la demarcación.
"La punta del iceberg"
La AEHT avisa de que la situación es más grave de lo que parece y que los empresarios que han anunciado que cierran son sólo "la punta del iceberg". Con la persiana bajada muchos todavía no lo han hecho público, pero lo harán. "Cuando nos acerquemos a la nueva realidad veremos que serán muchos. Entre un 25% y un 30%", avisa Pintado.
El sector continúa molesto por la "falta de sensibilidad y de anticipación" del Govern. "Cuando hemos visto que no hacían cambios casi lo hemos celebrado", admite Pintado sobre la última reunión del Procicat. "Cada vez que hay rumores se traduce en cancelaciones de reservas y en nervios. Este ha sido nuestro día a día durante este año tan largo y tan horrible", lamenta.