Las vacunas contra el coronavirus van muy buscadas. En este contexto, sin embargo, algunos países han pausado las campañas de vacunación con algunas vacunas para estudiar si tienen relación con los casos de trombos o no. Así, varios países han restringido las vacunas de AstraZeneca para los grupos de edad más jóvenes y también la vacuna de Johnson & Johnson, que de momento está en stand by a la espera de las conclusiones de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) tiene que hacer públicas este martes. Dinamarca, sin ir más lejos, ha dejado de administrar dosis de la vacuna de AstraZeneca, hecho que ha provocado cierto interés por saber qué pasará con las dosis que no se han puesto. La República Checa se ofreció a comprar todas las vacunas de AstraZeneca de Dinamarca y también Estonia, Letonia y Lituania manifestaron su interés por hacerlo, según detalla la BBC.

Los EE.UU. con la decisión de parar las vacunas con Janssen también tiene dosis sin utilizar. De hecho, había pedido 100 millones. J&J también se ha suspendido en Sudáfrica, que había sido la vacuna de elección después de que los estudios demostraron que ofrecía más protección contra la variante local del coronavirus. La vacuna de AstraZeneca, menos efectiva contra esta variante, también había caído en desuso. Para evitar tirar estas dosis o que se estropearan, Sudáfrica vendió un millón de dosis de esta vacuna a 14 países africanos.

Venta y donación de vacunas

Los países están dispuestos, en teoría, a vender o dar vacunas que ya no necesitan, según constata el mismo portal. El jueves pasado, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa, Hans Kluge, sugirió que Dinamarca estaba intentando hacer eso. "Entiendo que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Dinamarca está listo o está buscando opciones para compartir las vacunas con los países más pobres", remarcó. Y algunos países vecinos se ofrecieron a quedarse con las vacunas que no eran queridas. "Todavía tenemos menos vacunas que las personas dispuestas a vacunarse", expuso a la primera ministra lituana, Ingrida Simonyte. "Por lo tanto, Lituania ya ha expresado su disposición de coger tantas dosis de AstraZeneca como Dinamarca esté dispuesta a compadecer". El ministro del Interior checo, Jan Hamacek, también ha remarcado su interés en el hecho de que el país pueda comprar las dosis que Dinamarca no quiere. Dinamarca, sin embargo, todavía no se ha pronunciado.

De momento, las vacunas de AstraZeneca y Janssen que no se utilicen continuarán en las neveras. De hecho, ambas tienen esta ventaja, la de poder conservarse a una temperatura de refrigerador. A pesar de todo, las vacunas tienen una fecha de caducidad que varía en función del desarrollador de la vacuna, recuerda la BBC.

No hay un registro global de las vacunas que están sin utilizar por todo el mundo, pero según constata el mismo portal con cifras del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), Dinamarca había recibido 202.920 dosis de la vacuna de AstraZeneca hasta el día 15 de abril. Se han administrado 150.671 y por lo tanto, quedan 52.249 sin utilizar. Pero tal tener en cuenta los que tienen que llegar. Según señala el portal, la cifra podría subir hasta los 2,4 millones.

El papel de Covax

Covax es un esquema internacional que tiene como objetivo que las vacunas se compartan de manera justa entre naciones. Y parte de este esquema es precisamente redistribuir las donaciones de vacunas de recambio de los países ricos a los pobres.

El Reino Unido ha comprado unos 450 millones de dosis de vacunas y ya se comprometió a dar su "excedente" a los países con menos recursos, según constata el portal británico.

 

 

Imagen principal: un miembro del personal sanitario mira con una lupa una dosis de la vacuna de AstraZeneca / Efe