El Hospital Clínic de Barcelona ha liderado un proyecto de investigación para conseguir detectar precozmente el cáncer de pulmón a través de la intervención de un perro, Blat, que puede determinar si un paciente está enfermo a través de muestras de aliento.
Según ha explicado una de las autoras del estudio, la doctora Ángela Guirao, del servicio de cirugía torácica del Institut Clínic Respiratori (ICR), Blat, una mezcla de labrador y pitbull, es capaz de detectar el cáncer de pulmón precoz en las personas oliendo muestras de tejido impregnadas con el aliento de estas, con una fiabilidad muy elevada, del 98%.
La propietaria de Blat y especialista en perros de asistencia y detección, Íngrid Ramon, lo entrenó mediante el método de adiestramiento positivo, que consiste en que el perro "encuentre un olor a cambio de un premio".
Para el proceso de detección se utilizan cinco o seis cajas de madera puestas en fila que contienen un tubo de ensayo con la muestra de aliento en su interior, y que se colocan aleatoriamente según lo que dicta un dado. El perro, que está fuera de la sala donde se colocan las cajas, tiene que oler todas las muestras y sentarse delante de aquella que sea cancerosa para conseguir un premio si acierta.
El aliento de las muestras cancerosas contiene compuestos orgánicos volátiles procedentes del catabolismo celular con un olor característico, que Blat ha sido entrenado para detectar pero que todavía no se han podido diferenciar de los más de 3.000 en total que se encuentran en el aliento humano.
El objetivo que persigue la investigación, ha explicado a la doctora Guirao, es conseguir diferenciar estos compuestos para llegar a "desarrollar un método de diagnóstico precoz" de este tipo de cáncer, que en el 75% de casos en que se detecta presenta un estado demasiado adelantado, por lo que resulta "potencialmente no curable".
El principal problema que existe a la hora de detectar el cáncer de pulmón es que la enfermedad no presenta síntomas hasta que llega a estados muy adelantados, ha añadido Guirao. Por esta razón, cuando se descubre un caso es casi siempre "de forma accidental", a través de procedimientos habituales como una radiografía preoperatoria de tórax. Es por este motivo que el diagnóstico de prueba que lleva a cabo el perro es una forma potencial de "ayudar" en el futuro a los investigadores a encontrar un procedimiento médico de detección que no sea accidental.
La "prueba Blat"
Ramon, que trabaja con la empresa Argos Dogos de perros de detección, ha explicado que, aunque no es probable que la "prueba Blat" sustituya a una prueba médica, la capacidad olfativa de los perros es extremadamente fiable y hace de esta prueba un método complementario "muy viable".
El proceso de adiestramiento que siguió Ramon hasta conseguir el 98% de garantía en las detecciones de cáncer duró unos seis meses, pero se calcula que Blat ha olido más de 1.500 muestras de todo tipo de personas durante la totalidad de la investigación, que ha durado varios meses más.
De momento, y a pesar de la alta fiabilidad de este método, la prueba no está verificada porque solo se ha presentado un primer estudio, por lo que los profesionales del Clínic tendrán que seguir adelante con la investigación para conseguir más resultados y poder validar la prueba con perros.
Este, sin embargo, no es el único perro entrenado para detectar enfermedades de forma precoz. La entidad Argos Dogs trabaja con otros perros, como los que asisten a personas diabéticas en crisis de hipoglucemia o a personas con autismo.