A través de las redes sociales, el físico e investigador de la Universidad Rovira y Virgili (URV) Àlex Arenas, ha difundido un documento elaborado por el Grupo de Seguimiento de la Vacunación –unos 20 científicos y expertos– ante el coronavirus en Catalunya entre los cuales está la jefa del servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital de la Vall de Hebron, Magda Campins, y el especialista en Medicina Preventiva y Epidemiología consultora en Salud Global, Alba Vilajeliu, donde se pide espaciar las dosis de las vacunas contra el coronavirus.
En el documento se puede leer que la campaña de vacunación contra el coronavirus en Catalunya se ha visto limitada por una lenta entrega de dosis de las vacunas aprobadas de Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen. También resaltan las limitaciones de la vacuna de AstraZeneca para las personas menores de 60 años y mayores de 70. "Este hecho condiciona a que el impacto esperado de la vacunación a nuestro país sea todavía muy bajo, excepto a las residencias y en profesionales sanitarios". Así, subrayan que con la incidencia actual y la situación de las UCI es "indispensable" plantear un cambio de estrategia vacunal.
El objetivo es tener más gente protegida
De esta manera, constatan que con el objetivo de progresar de manera más rápida en la vacunación más vulnerable y con mayor riesgo de complicaciones "se valora la posibilidad de alcanzar lo inter-van entre dosis establecidos en las fichas técnicas de las vacunas de ARN mensajero, un hecho que permitiría aumentar el número de primeras dosis y proteger un porcentaje de personas de riesgo, por lo tanto, reducir de manera más rápida el número de hospitalizaciones y muertos".
¿Qué hacen otros países?
De esta manera, ponen de ejemplo algunos otros países donde ya se ha llevado a cabo este procedimiento como Irlanda, donde la vacuna de Pfizer se pone 4 semanas después o Dinamarca, Francia, Alemania e Italia donde Pfizer y Moderna se ponen al cabo de seis semanas.
Más allá de las 6 semanas también está el caso de Reino Unido o Finlandia donde Pfizer y Moderna se ponen al cabo de 12 semanas. En Canadá después de 16.
Se basan en los datos de dos ensayos clínicos disponibles realizados con las vacunas de Pfizer y moderna que indican que la eficacia de la vacuna ante la enfermedad sintomática se observa a partir de los 12 o 14 días de la administración de la primera dosis. "Si se excluyen los primeros 14 días post-vacunación, cuando todavía no es esperable que se haya generado una respuesta inmune adecuada, las dos vacunas muestran una eficacia del 92% hasta el momento de la administración de la segunda dosis (19-42 días)".
Salut también pidió espaciar las dosis
Salut pidió espaciar las dosis, pero la Comisión de Salud decidió que de momento no se haría. El secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, resaltó la semana pasada que esta decisión "requiere una explicación". La semana pasada, durante la rueda de prensa sobre la campaña de vacunación en Catalunya, Argimon explicó que "Salut ha enviado una carta al Ministerio, en la secretaría de Estado, que nos ponemos a disposición para hacer un estudio observacional poniendo esta segunda dosis al cabo de ocho semanas y se puedan sacar conclusiones de si es una buena estrategia o no", constató. Eso, para Argimon, determinaría tener más elementos y podría ayudar a la toma de decisiones. De momento, sin embargo, el secretario de Salut Pública ha reiterado que se ha puesto a "disposición" y ha insistido en que a la carta se refieren a argumentos que da el mismo ministerio.