La empresa americana Pfizer y su socia alemana Biontech han pedido hoy a las autoridades sanitarias de EE.UU. "la aprobación de emergencia" de su vacuna. Han presentado la propuesta ante la FDA, la agencia americana encargada de los medicamentos.
Con este trámite urgente, si sale adelante, las dos empresas calculan que a finales de diciembre ya se podrían aplicar vacunas a los colectivos de alto riesgo de Estados Unidos, dentro de un mes, según informa el diario alemán Frankfurter Allgemeine.
"Presentar una aprobación de emergencia es un paso decisivo a fin de que nuestra candidata a vacuna esté disponible para la población de todo el mundo", ha indicado el fundador y director general de Biontech, Ugur Sahin. Y ha anunciado que piensan hacer un planteamiento similar en otros países y también en Europa. "Como empresa con sede en Alemania, en el corazón de Europa, cooperar con la Agencia Europea de Medicamentos es de particular importancia", añade.
Pfizer y Biontech se plantean producir en lo que queda de año, 50 millones de dosis de la vacuna. Para el año 2021, calculan 1.300 millones. Afirman que cuando reciban el permiso, en pocas horas podrán comercializar la vacuna, porque ya están preparados.
Los tramites ya han empezado
Los trámites para regular la vacuna Pfizer en Europa de hecho ya han empezado. La Agencia Europea del Medicamento, encargada de validar la vacuna en la UE, ha indicado que Pfizer y BioNTech han presentado los datos de un ensayo a gran escala de su vacuna contra la covid, a fin de que las evalúen.
De todos modos, las dos empresas todavía no han solicitado formalmente que la vacuna sea aprobada. "Las compañías han presentado a la Agencia Europea del Medicamento los datos emergentes y las evaluaremos como parte de la revisión continua", ha declarado el organismo europeo en un comunicado.
La carrera para ser los primeros a desarrollar una vacuna segura contra el coronavirus ha tomado todavía más fuerza estos últimos días donde diferentes farmacéuticas han publicado estudios que avalan su eficacia. Sin embargo también ha comportado una serie de preguntas en relación con la duración de la protección o inmunidad o qué podría pasar si el virus muta. Por otra parte, también ha dejado vislumbrar algunos problemas logísticos y de transporte, ya que alguna de las vacunas requiere una temperatura muy baja para sobrevivir.