Portugal ha decidido hacer marcha atrás en la desescalada. Un total de 45 concelhos portugueses, entre ellos Oporto y Lisboa, volverán a restringir la circulación nocturna e imponer el toque de queda a raíz del aumento de casos de Covid-19. A partir de mañana estará prohibido circular por la calle entre las 23h y las 5h de la madrugada.
Asimismo, en estas zonas también se impone la obligación del teletrabajo y los espectáculos culturales cerrarán a las 22:30h. La restauración también estará obligada a cerrar a la misma hora, excepto en los 19 concelhos donde la situación es más grave, entre los cuales figura la capital. Allí bares y restaurantes cerrarán a las 15:30 y sábados y festivos.
Lisboa blindada los fines de semana
No serán las únicas restricciones sobre Lisboa. El gobierno portugués ha decidido que los 18 municipios del Área Metropolitana de Lisboa se volverán a blindar durante el fin de semana. Desde las 15 horas del viernes hasta las 6h de la madrugada del lunes, y no podrá entrar ni salir nadie, salvo casos excepcionales.
"Una situación grave"
Las medidas se toman a raíz del importante aumento de la incidencia acumulada los últimos días. De los 278 concelhos, 19 tienen más de 240 casos de incidencia acumulada, hecho que los sitúa en situación de riesgo muy alto. "La situación es muy grave", según ha explicado la ministra de Estado y Presidencia de Portugal, Mariana Vieira da Silva.
La relajación de las medidas, las fiestas, la gran transmisión del variante delta, el turismo extranjero y acontecimientos futbolísticos han favorecido a la expansión del virus en el último mes y medio en Portugal, motivo por el cual la situación se ha complicado, de manera especial, en el área metropolitana de Lisboa.