En estos días es importante sacar algunos minutos durante la jornada para realizar algo de ejercicio físico, así como para la relajación. En este sentido, el yoga puede ser una estupenda manera de combinar ambos conceptos. Por un lado, es bien sabido que produce beneficios físicos en el organismo. El yoga ayuda a tu cuerpo físico al aumentar la flexibilidad corporal, la fuerza, la movilidad de músculos y articulaciones y el equilibrio. Además, tiene una acción muy positiva frente al estrés, reduciendo el ritmo cardíaco y relajando el organismo, facilitando de esta manera un mejor sueño y una mayor concentración.
Su origen es milenario y existen diferentes estilos de yoga. Algunos de los más populares son yoga Iyengar, que combina posturas de pie y sentadas que utilizan accesorios para personas que desean centrarse en la alineación, la postura y aumentar la potencia muscular y el rango de movimiento. El Hatha yoga, que utiliza posturas de yoga y técnicas de respiración para alinear y calmar el cuerpo, la mente y el espíritu. Está muy enfocado en la meditación y las clases son más lentas, aunque las posturas pueden ser muy exigentes físicamente. El yoga Vinyasa es más dinámico y sincroniza el movimiento con la respiración. El Ashtanga yoga se compone de una secuencia de posturas rápidas y físicamente desafiantes practicadas en el mismo orden con un fuerte énfasis en la respiración. Y el yoga Kundalini incorpora movimientos repetidos, respiración dinámica, mantras, cánticos y meditación.
Las principales posturas para iniciarse en el yoga en el hogar son las que se detallan a continuación.
El perro boca abajo
Apoyarse en el suelo sobre las manos y las rodillas apoyadas. Estirar los brazos y relajar la parte superior de la espalda entre los omóplatos. Manteniendo las rodillas dobladas, alargar las rodillas y levantar las caderas, con el objetivo de formar una "V" invertida. Estirar las piernas y dejar que los talones caigan hacia el suelo mientras se mantienes recta la columna vertebral. Realizar cinco respiraciones profundas.
La cobra
Acostarse boca abajo con las piernas estiradas. Reafirmar los músculos de las piernas y mantener los pies separados a la altura de las caderas y los dedos de los pies separados. Empujar hacia abajo a través del hueso púbico para evitar colapsar en la parte inferior de la columna vertebral. Colocar el peso sobre los antebrazos mientras se levanta el pecho del suelo. Estirar el cuello mientras se mira hacia adelante. Mantener durante cinco respiraciones profundas.
El Guerrero 1
Ponerse de pie con el cuerpo estirado y las piernas abiertas a la altura de las caderas. Retroceder el pie derecho y mantener el que queda adelante apuntando hacia delante. Colocar el trasero en un ángulo de aproximadamente 45 grados. Doblar la rodilla delantera. Asegurarse de que la rodilla esté alineada con el tobillo. Mantener tensa la pierna trasera y levantar los brazos hacia arriba por encima de la cabeza y relajar los hombros. Mantener durante cinco respiraciones antes de cambiar al otro lado.
El Guerrero 2
De pie, con los dedos de la planta separados, dar un paso atrás con el pie derecho. El izquierdo debe permanecer apuntando hacia delante. Colocar el trasero en un ángulo de 90 grados. Alinear el talón delantero con el arco del pie trasero. Girar las caderas hacia delante, inclinando la rodilla delantera alienada con el tobillo. Mantener tensa la pierna de atrás y levantar los brazos paralelos al suelo. Relajar tus hombros y mantener durante cinco respiraciones antes de pasar al otro lado.
El árbol
Permanecer de pie con los pies separados a la altura de las caderas. Cambiar el peso corporal sobre el pie izquierdo, manteniendo la parte interna del pie izquierdo firmemente en el suelo, y doblar la rodilla derecha. Levantar el pie derecho y colocar la planta del mismo contra el muslo interno izquierdo. Colocar las manos en el borde superior de la pelvis para asegurarse de que esté paralela al piso. Alargar el coxis hacia el suelo y presionar firmemente la planta del pie derecho contra la parte interna del muslo. También se puede hacer sobre la pantorrilla o el tobillo. La pierna izquierda ha de presentar resistencia. Levantar los brazos rectos sobre la cabeza y mantener los hombros relajados. Realizar cinco respiraciones profundas antes de cambiar al otro lado.