Casi 40 países ya han detectado la variante del coronavirus ómicron entre sus fronteras. En este contexto hay, como mínimo, tres cuestiones importantes que determinarán el impacto que tendrá la nueva variante del virus. Transmisibilidad, como esta variante puede esquivar (o no) anticuerpos o células T y posibilidades que desencadene en enfermedad grave, es decir, hacer que las personas infectadas acaben en el hospital o muriendo por el virus. Varios científicos están intentando estudiar estas preguntas y la nueva variante de la covid para encontrar respuestas.

¿Dónde se ha detectado el virus?

Tal como recoge The Guardian, los Estados Unidos y Australia han sido los últimos países a confirmar casos local, es decir, no casos importados. En total, sin embargo, ya se ha detectado en, como mínimo 38 países. Como consecuencia, varios países que ya estaban experimentando un número considerable de casos por la variante delta, se han visto obligados a imponer más restricciones.

¿Cómo de rápido se está extendiendo?

En Sudáfrica, esta nueva variante se ha extendido muy deprisa. El 1 de diciembre el país registró 8.561 casos en comparación con los 3.402 notificados el 26 de noviembre. El Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica (NICD) en Johannesburgo confirmó que la variante se está extendiendo de manera rápida, según resalta el mismo rotativo. De hecho, el mismo diario recoge el comentario del biólogo evolutivo de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, Tom Wenseleers que destaca que la ómicron puede infectar de tres a seis veces a más personas que el delta durante el mismo tiempo.

¿Qué síntomas tiene la variante ómicron?

Hasta ahora se ha dicho que las personas que han tenido esta nueva variante del coronavirus han notado síntomas más leves. Cuando menos, estas son las noticias que llegan de la Asociación Médica de Sudáfrica que recoge Saber Vivir. Ahora bien, el dolor de cabeza, dolor de garganta, cansancio y malestar general son síntomas que todavía persisten en esta nueva variante.

Algunos síntomas, sin embargo, han perdido frecuencia. La pérdida del gusto y del olfato, muy evidentes con la variante alfa y menos con el delta, podrían haber disminuido todavía más con la ómicron. La tos ha desaparecido prácticamente y la fiebre no es tan común.

¿Qué facilidad tiene para evadir vacunas?

En este sentido, la evidencia de que hay hasta ahora deja claro que la ómicron tiene una ventaja sobre las otras variantes. "Por lo que hemos aprendido hasta ahora, podemos estar bastante seguros que, en comparación con otras variantes, ómicron tiene tendencia a ser más capaz de reinfectar a personas que han estado previamente infectadas y recibieron cierta protección contra el coronavirus", destaca al profesor Francois Balloux, del Instituto de Genética del University College London y que recoge The Guardian. "Eso está bastante claro y se ha anticipado a partir de los cambios mutacionales que hemos identificado a su estructura proteica. Eso dificulta que los anticuerpos neutralicen el virus". Hay que recordar que la ómicron tiene unas 30 mutaciones en comparación con las dos que se cree que puede tener el delta.

¿Qué posibilidades tiene que acabar en el hospital o muerte por ómicron?

Esta pregunta no tiene una respuesta clara porque la variante todavía es demasiado nueva. De hecho, el físico e investigador de la Universitat Rovira i Virgili (URV) Àlex Arenas ya ha reiterado en una entrevista este fin de semana en ElNacional.cat que se tienen que respetar los tempos. Y es que, tal como detalla, primero hace falta neutralizar el virus in vitro, es decir, aislarlo y ver cómo se podría neutralizar con las vacunas o suero de personas que hayan pasado la enfermedad. En este sentido, constata que es posible que ya se tengan algunos resultados la semana que viene. Con respecto a la transmisibilidad, hay que ver la estadística de casos. "Para la criticalidad para determinar cómo es de grave, hace falta esperar un poco más".

De la misma forma, tampoco se sabe a ciencia cierta como afecta esta nueva variante a las personas o grupos de riesgo. Todavía no ha pasado bastante tiempo para determinar los efectos. Algunos científicos, sin embargo, como el profesor Rowland Kao de la Universidad de Edimburgo, destacan en el mismo periódico británico que el "problema" son "los mayores".

A pesar de todo, todavía falta tiempo y datos para advertir cuál podrá ser el alcance definitivo de esta nueva variante.

 

 

Imagen principal: SARS-CoV-2 ampliado en una célula infectada / Flickr Niaid