La incontinencia urinaria se produce cuando se pierde el control de la vejiga y comprende diferentes grados, desde pequeñas fugas hasta el vaciado completo. Afecta a millones de personas en todo el mundo, principalmente mujeres a partir de los 50, y las causas son generalmente el debilitamiento de los músculos de la zona debido al envejecimiento o por diferentes patologías que pueden también causar la afección, desde cálculos renales, una infección o por agrandamiento de la próstata.
Uno de los principales problemas es que puede llegar a interferir en la vida diaria de las personas, causando una gran incomodidad que afecta negativamente a su estado de ánimo.
Generalmente se suelen diferenciar entre varios tipos. La causada por el esfuerzo, provocadas por ciertos tipos de actividades, como toser, estornudar o ejercicios físicos que ejerzan presión sobre el músculo del esfínter que retiene la orina en la vejiga. La segunda es la llamada incontinencia de urgencia, que ocurre cuando se pierde el control de la vejiga después de experimentar una repentina y fuerte necesidad de orinar. Y, por último, incontinencia por rebosamiento que tiene lugar si no vacía la vejiga por completo al orinar y la orina se escapa más tarde generalmente por goteo.
Compresa para la incontinencia
Otra de las causas más comunes de la incontinencia es la realización de ciertos tipos de cirugía, como una histerectomía o haber tenido diferentes partos. En los hombres, el agrandamiento de la próstata puede producir esta afección, así como el cáncer de esta zona del cuerpo o de vejiga. Incluso los tumores benignos pueden causar incontinencia al bloquear el flujo de orina.
También puede producirse como consecuencia del estreñimiento, las infecciones del tracto urinario, la prostatitis o inflamación de la próstata, cistitis intersticial o una afección crónica que causa inflamación dentro de la vejiga, así como consecuencia de los efectos secundarios de ciertos medicamentos, como algunos destinados a regular la presión arterial, relajantes musculares, sedantes y algunos fármacos para el corazón.
Cuando se produce debido al paso de los años, la forma de prevenirla es mantener músculos fuertes y una vejiga saludable, practicando hábitos de vida saludables y llevando a cabo diariamente los ejercicios de Kegel. Para localizar los músculos del suelo pélvico de forma correcta, se debe detener el flujo de la orina mientras se está miccionando. Es ese músculo que debe ejercer presión el que hay que trabajar.
Ejercicios de Kegel
Se puede llevar a cabo recostándose sobre la espalda hasta tener la sensación de que se ha contraído el suelo pélvico. A continuación, hay que contraer el músculo localizado al miccionar durante 3 a 5 segundos. Después, se debe relajar también de 3 a 5 segundos. A continuación, se repite este ciclo alrededor de diez veces. Se tiene que ir aumentando poco a poco hasta realizar alrededor de 30 a 40 veces los ejercicios de Kegel a diario, repartidos a lo largo de la jornada. Otros consejos para la prevención son mantener un peso saludable, hacer mucho ejercicio, llevar a cabo una dieta equilibrada, limitar el consumo de cafeína y alcohol y evita fumar.
En cualquier caso, es un motivo para buscar ayuda médica, tanto si no reviste la mayor gravedad como si es signo de alguna otra patología. El mejor consejo es acudir cuanto antes para evitar que la situación vaya a más. Se pueden realizar ajustes en la dieta o ingesta de líquidos, usar ropa interior o toallas absorbentes o intentar programar las horas para ir al baño.