Las discapacidades de aprendizaje se producen cuando una persona presenta un problema en el procesamiento de nueva información o en las habilidades del desarrollo, que desemboca en dificultades con el lenguaje, el habla, la lectura, la escritura o las matemáticas. La detección temprana de las mismas es fundamental para evitar el fracaso escolar y proporcionar las herramientas necesarias para que siga su proceso de aprendizaje de forma adaptada pero satisfactoria. Aunque se ha avanzado mucho en este aspecto, todavía existen muchos niños que no han recibido el diagnóstico adecuado, lo que complica su formación. En este sentido, es importante acudir a un especialista en cuanto se noten los primeros problemas.
Es relevante entender una cosa. Una discapacidad de aprendizaje, o un trastorno del aprendizaje, no se asocia con poca inteligencia o habilidades cognitivas. Tampoco está vinculado a un ambiente casero o escolar negativo. Pueden ser hereditarias, o pueden ser provocadas o exacerbadas por un trauma psicológico o físico. Eso sí, sin un diagnóstico, las personas no tendrán respuestas sobre por qué tienen dificultades en ciertas áreas académicas o en su vida diaria en lo que respecta a sus relaciones o funcionamiento general.
Estos que se desarrollan a continuación son los trastornos del aprendizaje más comunes.
Dislexia
Esta discapacidad de aprendizaje afecta la capacidad de lectura y ortografía. Hasta el 20% de las personas pueden tener dislexia, según el Centro de Yale para la Dislexia y la Creatividad, que señala que es el trastorno neurocognitivo más común. Las personas con dislexia tienen dificultades para leer porque tienen problemas para identificar los sonidos del habla y aprender cómo se relacionan con las letras y las palabras (lo que se conoce como decodificación).
Discalculia
Para las personas con discalculia, todo tipo de habilidades relacionadas con las matemáticas (sentido numérico, memorización de operaciones aritméticas y cálculos precisos) se ven afectadas. Por lo tanto, está relacionado con la adquisición de habilidades matemáticas básicas, pero no a problemas de razonamiento. Este estudio de 2019 estima que entre el 3% y el 7% de las personas tienen discalculia.
Disgrafía
Las personas con esta discapacidad para escribir tienen la capacidad de escribir y las habilidades motoras finas deficientes. Les resulta difícil organizar letras, números o palabras en una página u otro espacio definido. La mala letra es común en las personas con este trastorno del aprendizaje.
Dispraxia
Se trata más bien de un trastorno del movimiento, la coordinación física y el equilibrio y se caracteriza por la dificultad con el control de los músculos, pero afecta al aprendizaje porque todo tipo de actividades diarias se complican, lo que desemboca en problemas de la escritura y el habla.
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
Al igual que la anterior, el TDAH no es una discapacidad del aprendizaje en sí misma, pero la mayor parte de niños con TDAH también sufren un trastorno del aprendizaje. El problema fundamental que tienen es la incapacidad de concentración, que muy importante para asimilar información y afecta a la etapa escolar.