La nueva variante del coronavirus ómicron ha inundado titulares y también ha teñido los datos de la pandemia en todas partes. En Catalunya ya es la variante dominante con más del 98,8% de los casos. En este contexto, ahora el debate también se centra en el futuro de la covid, que podría evolucionar hacia una gripe. Pero lo que prima por encima de todo es todavía esta condicionalidad de las palabras. El País adelantó este lunes que los técnicos de Sanidad y las diferentes regiones estarían ultimando un plan para cambiar el sistema de vigilancia de la covid y poner en marcha un sistema más parecido a la gripe. El mismo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dicho a la Cadena SER que ya es hora de cambiar de chip: "Tenemos que ir evaluando la evolución de la covid hacia una enfermedad endémica". A pesar de todo, estas palabras llegan justo mientras España navega por esta sexta ola.

La mayoría de expertos, sin embargo, constatan que todavía es demasiado pronto para hacer pronósticos sobre esta situación. Sobre todo, teniendo en cuenta los datos de la pandemia, que este martes destacan que hay 2.290 personas ingresadas por coronavirus y 520 pacientes en la UCI. Así, la mayoría de expertos coincide en que el camino pudría este, pero todos se fijan en el tiempo: podría ser demasiado de hora para hacer estas suposiciones.

¿Los TAR sirven para detectar la ómicron?

La respuesta es que sí, el físico e investigador de la Universidad Rovira y Virgilio (URV) Àlex Arenas, destaca que esta nueva variante del coronavirus es más detectable en la garganta. En este sentido, el también asesor del Govern por la covid, destaca que haría falta quizás un protocolo de doble muestra. En este caso, de la garganta y también nasal "para anticipar positivos". Arenas recoge a través de las redes sociales una experiencia próxima. "Test en casa, muestra de garganta y resultado positivo". Una hora después, constata, el mismo test hecho en el CAP, sin embargo, solo con muestra nasal dio negativo. Al día siguiente, se repitió el test en casa, con muestra nasal, resultado positivo.

¿Después de la ómicron, cuándo toca la vacuna?

El Ministerio de Sanidad aprobó la semana pasada que las personas de 65 años o menos que se hayan contagiado de coronavirus puedan recibir la dosis de refuerzo cuatro semanas después del diagnóstico de la infección, siempre que también hayan pasado seis meses desde que hayan recibido la pauta completa. En este contexto, varios expertos se han preguntado si es posible recibir la vacuna con un periodo de tiempo tan corto y también si es necesario. En este sentido, Julià Blanco, investigador IGTP en IrsiCaixa y también miembro del comité asesor, respondía un mensaje a Twitter d'Arenas donde destaca que "las personas con dos dosis, una infección por ómicron la podemos considerar como un estímulo al sistema inmunitario y, por lo tanto, podría equivaler a una tercera dosis". Y añade que "sabemos que la combinación de inmunidad natural y vacunal ofrece excelentes resultados" un hecho que se conoce, tal como dice el experto, por inmunidad híbrida.

Por otra parte, José Gómez Rial, inmunólogo del Hospital Clínico de Santiago, decía que era "absurdo" poner una tercera dosis después de cuatro semanas de la infección. "Es la estrategia del despropósito de los principios de respuesta inmunitaria".

En este sentido, Gómez Rial constata que "si estás vacunado y acabas de pasar la infección –sea por delta u ómicron– has generado una respuesta exponencial actualizada a la variante actual y completada con otras proteínas del virus y recibes una dosis de vacuna –basada en la variante original– al cabo de 4 semanas. ¿Para qué?". La polémica está servida.

 

Imagen principal: punto de vacunación contra la covid móvil de Seat / Sergi Alcàzar