Un millar de personas en una discoteca, bailando sin respetar las distancias, parece una cosa impensable en la nueva realidad que nos ha dejado la Covid-19. Sin embargo, la Sala Apolo de Barcelona quiere comprobar si una fiesta así puede ser segura y por eso celebrará este mes de octubre un concierto con 1.000 personas. "Todo el mundo se hará los tests rápidos de Covid-19 para ver qué grado de efectividad tiene y cuál es la interacción en una sala con estas condiciones", ha avanzado este domingo a RAC1 el presidente de la Asociación de Salas de Concierto de Catalunya (Asacc), Lluís Torrents.
La prueba piloto pretende constatar si hay algún tipo de transmisión en un espacio cerrado donde la gente, que no presenta síntomas y ha dado negativo al test, puede bailar, cantar y en definitiva disfrutar de la música en directo más o menos como antes de la aparición del nuevo coronavirus. "Aparte de poder abrir, las salas se convertirían en puntos masivos de hacer tests", ha propuesto Torrents. Hoy por hoy, las salas de baile y ocio nocturno están cerradas por la situación de la pandemia en Catalunya.
¿Cómo será el concierto de la era Covid?
Para poder celebrar este concierto con las mejores garantías, el Primavera Sound y el Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti) están colaborando para avanzar en la investigación. "En Can Ruti seremos los responsables de hacer los tests y serán un poco más de 1.000 personas las que necesitaremos para probar que esta estrategia es segura", ha señalado uno de los líderes del proyecto, Boris Rebollo, médico internista especialista en enfermedades infecciosas de este hospital.
"La gente tendrá que respetar algunas de las medidas vigentes como llevar mascarilla y gel hidroalcohólico, pero podrán tomar una copa", ha precisado el médico. De la prueba piloto quedarán excluidas las personas con síntomas y sólo podrán entrar en el concierto aquellas que tengan un test de antígeno negativo, un tipo de test rápido que detecta si una persona está infectada por el coronavirus. "Será parecido a lo que se hace ahora, pero en un recinto cerrado y con el test nos aseguramos de que las personas puedan disfrutar de actividades de ocio en un sitio seguro", ha reflexionado Rebollo.
Un primer paso para volver a estadios y salas de fiesta
"Queremos demostrar con un test de antígeno, que es rápido, que aquella persona puede participar en un acontecimiento con un gran número de personas, y así reactivar una parte de la economía," ha insistido Rebollo, remarcando la necesidad de intentar volver a la normalidad.
La prueba piloto podría servir como un primer paso para recuperar algunas actividades multitudinarias que con la pandemia han tenido que adaptarse, como los partidos de fútbol con público. "Sería un primer paso para que se hagan reuniones con un mayor número de personas: un concierto, un espectáculo de magia, teatro o en el campo de fútbol", ha concluido el médico especialista de Can Ruti.