Los problemas de estómago son de los más habituales en el día a día. Pueden ser pequeñas molestias digestivas o situaciones incómodas que se repiten frecuentemente. El estrés, la mala selección de la dieta, comer desordenadamente o, simplemente, la acumulación de los malos hábitos a lo largo de los años pueden hacer que tengamos malas digestiones.
Los problemas más frecuentes suelen ser el malestar estomacal, la acidez, las náuseas, los gases, la hinchazón, el estreñimiento y la diarrea. Por eso, a continuación te ofrecemos algunas pautas en forma de útiles consejos para que los problemas digestivos se reduzcan o desaparezcan.
Reducir los gases
Los gases pueden tener distintas procedencias. Se pueden acumular por vía aérea, por las comidas o por las bebidas. Incluso el propio cuerpo también los produce cuando hace la digestión. Y así, los gases que se acumulan en el intestino y pueden hacer que te hinches o que sufra de malestar estomacal.
Comer demasiado deprisa, mascar chicle o tomar bebidas gaseosas favorecen la aparición de gases, pero también ingerir determinados alimentos pueden ser contraproducentes. Entre ellos destacan algunos como el brócoli, las manzanas, la cebolla o las alubias.
Comer alimentos ricos en fibra
Entre las bondades de la fibra está la de favorecer el tránsito intestinal. Por eso, los expertos recomiendan un mínimo de 30 gramos de fibra diaria. Los granos integrales enteros y las frutas y vegetales aportan la tan necesaria fibra. Asimismo, hay que tener en cuenta que conviene combinarlo con la ingesta de suficiente líquido para que la fibra absorba el agua y pase con facilidad por el sistema digestivo.
Evitar determinados alimentos
El sistema digestivo de cada persona es un mundo pero se puede convenir en que algunos alimentos son, por norma general, perjudiciales para los que sufren de malas digestiones. En la medida de lo posible se deben evitar los alimentos procesados, la comida frita, la cafeína, el alcohol, las especias, los cítricos o el vinagre.
Consumir alimentos fermentados
Los alimentos fermentados tienen la característica de que están descompuestos en parte o totalmente por microorganismos como las bacterias, que preservan los alimentos pero también sirven para mejorar la salud intestinal.
Entre estos alimentos están el kéfir, el pan de masa fermentada, los yogures probióticos o el chucrut.
Relajarse
El estrés afecta muy negativamente el sistema digestivo de muchas personas. Como se sabe desde hace tiempo, el cerebro y el intestino están conectados de una manera especialmente sensible y un nerviosismo excesivo puede causar problemas constantes.
Para tratar de reducir el impacto del estrés, la Asociación Americana de Psicología recomienda tomar las siguientes medidas: contar con personas que te apoyen y estén a tu disposición, hacer ejercicio con regularidad y dormir lo necesario. Asimismo, conviene tratar de relajarse antes de ponerse a comer y después de haber terminado. De esta manera la digestión se verá beneficiada.