Dentro de los innumerables ejercicios que se pueden realizar para estar en forma y perder peso, la natación es uno de los más completos. Nadar es el camino más sencillo de llevar a cabo si se quiere emplear un gran número de músculos del cuerpo con escaso o nulo impacto en las articulaciones.
Gracias a la natación se trabajan las piernas, los músculos de la espalda, los bíceps y tríceps… y sin que ninguna de estas zonas sufra en exceso. De hecho, la naturaleza de bajo impacto de este ejercicio es una de las razones por las que muchos atletas recurren a la natación cuando necesitan recuperarse de una lesión.
Cuando una persona busca perder peso, nadar es una de las mejores opciones. Pero para que resulte realmente efectivo, es importante tener en cuenta los siguientes consejos.
Aprender a nadar bien
Todos sabemos flotar, pero aprender la técnica para de bracear adecuadamente para mantener un buen ritmo mientras se nada, no es tan sencillo o evidente. Por eso, si no se sabe nadar bien, merece la pena recibir unas clases de técnica y así poder hacerlo de manera más adecuada posible. El cuerpo lo agradecerá.
Nadar con mayor ímpetu
Para perder peso, hay que esforzarse cada vez que se nada y así quemar más calorías incrementando la intensidad del ejercicio. Una buena forma de calcularlo es midiendo la frecuencia cardiaca. Durante un entrenamiento de intensidad moderada debe ser aproximadamente entre el 50 y el 70 por ciento de la frecuencia cardíaca máxima, cifra que se obtiene restando la edad de 220.
Natación antes del desayuno
La natación no es solo una excelente forma de hacer ejercicio cardiovascular, sino que también lo es para todo el cuerpo, con los beneficios que ello implica. Pero es que además, si se realiza en ayunas prepara nuestro organismo para seguir perdiendo grasa y ganando definición muscular durante el transcurso del día.
Cambiar el ritmo durante el entrenamiento
No se aconseja nadar siempre al mismo ritmo ni utilizando la misma técnica. Cambiar la rutina es una excelente manera de utilizar diferentes grupos musculares, lo que ayuda a obtener mejores resultados y perder peso.
Mantener una frecuencia
Nadar entre cuatro y cinco días a la semana es lo más adecuado para adelgazar. La frecuencia de la natación para bajar de peso es la misma que la de otros ejercicios cardiovasculares. Hay que comenzar poco a poco durante 20 minutos cada dos días, y luego aumentar gradualmente a 30 minutos cinco días a la semana, según lo vaya permitiendo el cuerpo.
Añadir otros ejercicios acuáticos
Es bueno añadir otras prácticas en el agua además de nadar. Por ejemplo el aerobic en el agua aporta otros beneficios adicionales y permite llevar a cabo movimientos y posturas que fuera del agua sería imposible hacerlos.
Pesas en el agua
Cualquier ejercicio dentro del agua, como las flexiones de bíceps y otros músculos con pesas de agua, son muy beneficiosos, debido a que ejercitarse en el agua requiere resistencia.