¿Quién no ha llamado al 061 desde marzo de 2020, cuando estalló la pandemia? Quién más quién menos ha olvidado su contraseña de La Meva Salut, ha quedado con una amiga en que ha resultado ser positiva en covid y no sabía si considerarse contacto estrecho, ha querido vacunarse y solo había citas en Vielha o Mollerussa, o ha pasado el virus y aun así todo no se puede descargar el certificado covid europeo para viajar.
Esta ola es la quinta que se vive por todo el Estado, pero también sobre la que informan los centenares de trabajadores del 061. Y todas han sido diferentes: desde el desconocimiento de la primera hasta los contagios entre los jóvenes que todavía no se habían podido vacunar de la última, que parece que ya hace bajada.
Llamadas en cola
¿Pero cómo se ha vivido desde dentro? Miquel, un gestor que ya trabajaba cuando estallaron los contagios de la segunda ola en octubre explica que esta ha estado bien diferente, ya que hasta ahora no se había combinado un número tan alto de positivos con las citas de la vacunación abiertas a todo el mundo: "Ha habido muchísimas llamadas, pero además, han sido muy variadas", apunta a este joven.
En este sentido, su compañera Mariona explica que, como ya ha pasado en otras ocasiones durante la pandemia, el servicio se ha saturado, provocando colas de llamadas de gente esperando al hecho de que se les resolvieran las dudas.
Brotes entre los trabajadores
Todo se ha visto agravado por el hecho que los mismos trabajadores, la mayoría jóvenes que también estudian o que han acabado su formación en un momento de crisis económica y sanitaria (y existencial), se han contagiado con el virus: "Muchos compañeros han estado de baja por ser positivos o contactos estrechos y éramos poca gente trabajando. Por eso, el volumen de trabajo era todavía mayor", apunta a Mariona.
De hecho, a causa de este gran número de casos, para cortar la transmisión del virus, a mediados de julio se hizo un cribado masivo de los gestores antes de entrar a trabajar. Los que daban negativo tenían la posibilidad de vacunarse en aquel mismo momento, si es que ya no lo estaban. En marzo, se consideró en los trabajadores del teléfono de emergencias esenciales y ya se protegieron con la vacuna.
Precisamente la vacunación ha sido lo que ha provocado más quebraderos de cabeza entre los operadores, la consulta estrella desde que se abrió la campaña, especialmente en aquellos días que se abrían nuevas franjas de edad y los catalanes, desesperados para protegerse contra la covid, colapsaban el portal web.
Poca predisposición
Por eso, Miquel asegura que la vacuna ha cambiado totalmente su trabajo. Antes, como Mariona, solo se dedicaba a hacer tareas administrativas, pero ahora también resuelve consultas relacionadas con el coronavirus, por el aumento de trabajo. En este sentido, sin embargo, denuncia la "poca predisposición de la gente a moverse para vacunarse", ya que asegura que muchas personas no aceptaban ningún sitio que no fuera su municipio, aunque este fuera a 10 minutos en coche. "Y la culpa siempre era nuestra y del Sistema de Salud para hacerlo mal", lamenta el joven.
La problemática segunda dosis
Salut ha lamentado en las últimas horas que hasta un 10% de los catalanes que tenían cita para la segunda dosis no se le ha presentado, priorizando sus vacaciones. Por eso, Miquel crítica la gente que no se había planificado correctamente su calendario vacunal y confiesa que tiene ganas de contestarles: "Señora, usted sabía que se marchaba de vacaciones antes de ponerse la primera dosis, eso lo tendría que haber previsto antes"!.
Según explica Mariona, buena parte de las dudas que ahora resuelven tratan sobre la localización de la segunda inyección. Muchos jóvenes emocionados para tener acceso por fin a la vacuna decidieron vacunarse tan pronto como se pueda, aunque suponiera cruzar el país y "ahora nos llaman porque quieren cambiar el centro de la segunda dosis, pero por motivos logísticos no se puede".
Certificado covid
La mitad de la población de Catalunya ya ha solicitado el certificado covid europeo que desde el 1 de julio es necesario para viajar por todo el continente. Buena parte de los que ya lo tienen descargado en el teléfono han tenido que necesitar la ayuda del 061 para obtenerlo. Según la gestora, desde finales de junio estas consultas han ido en aumento y "si bien mucha gente es amable y solo quiere que lo ayudemos a acceder a la aplicación para conseguirlo, también hay a quien llama fastidiado porque al día siguiente tiene un viaje y no hay manera de descargárselo".
En este sentido, Miquel pide que se compruebe con antelación si hay problemas, ya que todo tiene solución, "pero esta puede tardar unos días".
Despedidos en el horizonte
"Entre llamada y llamada podían pasar un máximo de 20 segundos", dicen los dos gestores sobre el gran aumento de trabajo que han vivido durante el mes de julio por la quinta ola: "todo estaba centrado en la vacunación y cuando nadie se lo esperaba volvieron a subir los contagios".
Ahora, sin embargo, buena parte de la población es de vacaciones y la curva de la pandemia vuelve a hacer bajada. Por eso, el volumen de trabajo se ha reducido otra vez, hecho que hace crecer el temor de ser despedidos. Los contratos al 061, servicio que la Generalitat mantiene externalizado en la empresa Ferrovial a pesar de las críticas y fuertes demandas por la internalización del servicio, son mensuales y se renuevan, o no, cada mes, dependiendo del estado de la pandemia.
A finales de enero, sin embargo, al mismo tiempo que había un despido masivo de los rastreadores (muchos trabajan ahora al 061) después de que la Generalitat asumiera este servicio, también se produjeron en el teléfono de emergencias, justamente en plena ola después de las vacaciones de Navidad. Por eso, Miquel confiesa que cuando se acerca final de mes, sabe que quizás sea el último que trabaje como gestor: "todos tenemos la misma incertidumbre".