La Comisión Europea planea eliminar los prospectos en papel de los medicamentos en un plazo de cinco años como parte de una reforma de la legislación farmacéutica. Esta propuesta busca digitalizar la información sobre los fármacos, sustituyendo el prospecto tradicional por un código digital, como un QR, con el objetivo que los usuarios puedan escanearlos con sus dispositivos móviles y de esta manera mejorar la eficacia y reducir el impacto ambiental. La propuesta, sin embargo, ha originado debate entre los diferentes sectores, y organizaciones de pacientes, médicos, farmacéuticos y pensionistas se han unido para expresar su rechazo y presionar para mantener el prospecto en papel.

Este clamor ha quedado patente esta mañana en la comparecencia conjunta en que se ha celebrado en la sede del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF), en Madrid, donde esta organización ha comparecido junto con representantes de la Organitzación Médica Colegial (OMC), la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y la Plataforma Mayores y Pensionistas (PMP), que han expuesto su rechazo en contra de la eliminación de los prospectos físicos en papel, y han pedido que convivan con los prospectos en formato digital que la Comisión Europea pretende implementar. 

Estas organizaciones consideran que el plazo de cinco años para hacer esta transición de papel a digital es "insuficiente" y que eso puede poner "en riesgo la salud de los más vulnerables". La preocupación de todos estos colectivos es manifiesta, y existe el temor de "dejar atrás una parte significativa de la población", lo que puede dar pie al riesgo de errores en la medicación. "Sustituirlo exclusivamente por formatos digitales no solo generaría barreras de acceso a la información, sino que pondría en riesgo la salud de millones de personas, especialmente de los colectivos más vulnerables," han asegurado durante la rueda de prensa las organizaciones convocantes. La OCU es una de las que más firmemente se opone a esta medida de futuro, y un sondeo realizado por esta plataforma de defensa al consumidor indica que el 80% de los usuarios no quiere prescindir del papel, especialmente pensando en las personas mayores.

Ventajas y preocupaciones

La directiva que quiere implementar la Comisión Europea es una propuesta basada a ofrecer ventajas como la simplificación de las cadenas de suministro, la reducción de problemas de escasez de medicamentos, la actualización inmediata de la información y el ahorro significativo de papel, un criterio medioambiental que implicaría solo en España ahorrar aproximadamente unas 2.800 toneladas el año.

Pero este cambio también plantea retos importantes, como son los que denuncian estas plataformas que representan los diferentes colectivos, principalmente el riesgo de que personas mayores, vulnerables o con menos habilidades digitales tengan dificultades para acceder a la información de los medicamentos, que es esencial para su salud.

Implementación gradual

La Comisión Europea pretende que sean los países los que decidan como y cuando implementar este cambio. En el caso del Estado español, se ha iniciado un plan piloto para eliminar los prospectos en papel en algunos fármacos de uso hospitalario. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) asegura que "el prospecto estará en papel mientras sea necesario para los pacientes", y aseguran que no hay planes inmediatos de extender esta medida a los medicamentos de venta y distribución en las farmacias. Desde el Ministerio de Sanidad se intenta tranquilizar a los diferentes colectivos recordando que cuando pueda entrar en vigor la normativa europea cada país lo aplicará en función de su idiosincrasia y decidirá en qué situaciones, y que a la hora de la verdad, la implementación tardará algunos años, dado que la directriz tiene que ser negociada y debatida en el Consejo y el Parlamento Europeos.

Los prospectos de los medicamentos son a veces incómodos (su formato, las dobleces y su letra demasiado pequeña), pero contienen información esencial sobre el paciente sobre las características y el uso adecuado del medicamento, y los textos están estructurados de manera uniforme para facilitar la búsqueda de la información por parte del usuario.