El Consorcio Forestal de Catalunya (CFC) ha pedido hoy a la Generalitat, la Diputación y a los grupos parlamentarios que adopten medidas para regular el acceso al medio natural, después de las aglomeraciones de visitantes registradas el fin de semana en la montaña de Montseny.
El CFC, que agrupa a los propietarios forestales de Catalunya, ha lamentado, en un comunicado, que "se fomente el consumo desmesurado de naturaleza, al tiempo que se limita la gestión forestal sostenible".
Por eso, ha anunciado que pedirá a los diferentes partidos políticos con representación en el Parlament de Catalunya que adopten medidas de regulación del acceso al medio natural, "y que se recupere la hoja de ruta para los usos de bosque que hace años que está parado".
"Sobredimensionada afluencia de visitantes"
La petición la hacen después de "el efecto de un fin de semana en que espacios como el Parque Natural de Montseny han vuelto a registrar una sobredimensionada afluencia de visitantes", a pesar del llamamiento de las autoridades a limitar la movilidad.
Según el Consorcio, la regulación del uso público del bosque es un debate recurrente y un problema "creciente" porque opina que las diferentes administraciones "no lo afrontan de manera decidida".
Por eso ha emplazado a los diferentes partidos a "abrir un debate sobre la política forestal" y a incluir en sus programas electorales las propuestas "que hagan posible disponer de una hoja de ruta que hace tiempo que reclama, para gestionar con eficiencia un espacio que representa el 60% del territorio catalán."
La organización de silvicultores de Catalunya pide una regulación "del uso social del espacio que no atente contra los derechos de los titulares de los terrenos" y advierte que "una masificación que afecta a la biodiversidad y abusa de la propiedad privada".
Según la asociación de silvicultores, ha habido "un incremento descontrolado de consumo de naturaleza" y pone como ejemplo este fin de semana, con centenares de vehículos "ocupando espacios protegidos o con desperdicios abandonados en el bosque, que supone un perjuicio directo a nivel ambiental, económico y también social".
Poca tranquilidad para las especies
"Esta masificación -según el CFC- lleva a la degradación de muchos espacios singulares y al deterioro de la biodiversidad, a la pérdida de la tranquilidad que muchas especies necesitan, y de la proliferación de abusos sobre las propiedades privadas.
Los propietarios forestales también se quejan de que la promoción del uso de bosque "no se acompaña de una regulación apropiada" y que tienen que asumir "los gastos de gestión y conservación de las fincas".
La entidad también considera "un contrasentido y una grave irresponsabilidad que mientras parece que hay barra libre para el consumo desmesurado de naturaleza, se da la paradoja que crecen las limitaciones y restricciones a la gestión forestal sostenible impuestas por el Departamento de Territorio, bajo el pretexto de la conservación y mejora de la biodiversidad".