El Reino Unido ya ha empezado a administrar la vacuna de Oxford- AstraZeneca contra el coronavirus. Los comités reguladores del país aprobaron el fármaco la semana pasada y a partir de este lunes la vacuna se está administrando a la población.
De esta manera, esta es la segunda vacuna que entra en el programa de inmunización del país contra el corornavirus, iniciado el pasado día 8 de diciembre en el Reino Unido. El otro fármaco que ya se está repartiendo es, como en el resto de Europa, el de Pfizer/BioNTech.
La vacuna
AstraZeneca y Oxford publicaron en noviembre los resultados preliminares de su estudio clínico en dos grupos: uno recibió dos dosis completas de la vacuna, con un resultado del 62% de efectividad, mientras que el otro recibió media dosis, seguida de una dosis completa un mes después, con una efectividad del 90%.
La parte más postiva es que el preparado de Oxford y AstraZeneca es mucho más barato y fácil de conservar que los de Moderna y Pfizer. De momento, pero, Europa no está estudiando esta vacuna.
El gobierno británico ya ha afirmado que cree que las vacunas "deberían ser efectivas" con las nuevas cepas del virus, pero reconoce que "no pueden estar seguros", por lo que harán falta ensayos adicionales. Por si acaso, la farmacéutica y el laboratorio de Oxford ya están trabajando en nuevas versiones de la vacuna por si pudieran hacer falta.
Johnson avisa de un "endurecimiento" de las restricciones por la Covid
A pesar de la vacunación, el país esta en máxima alerta y el primer ministro británico, Boris Johnson, avisó este domingo de un endurecimiento de las restricciones. Desde hace varias jornadas el ministerio británico de Sanidad arroja cifras alarmantes de contagios por Covid-19 en el Reino Unido. Números que no bajan de 50.000 casos diarios —54.990 en las últimas 24 horas— en tanto que los hospitales temen colapsar y se superan los 74.500 muertos desde el inicio de la crisis.
El país está sujeto a un "durísimo" sistema de cuatro niveles de restricción —siendo el cuarto, donde se sitúa Londres, el más severo— en el que, entre otras prohibiciones, se vetan encuentros sociales en interiores y se imponen rígidas directrices que afectan drásticamente a la hostelería y al comercio, al abrir solo locales esenciales. En una entrevista con la BBC, Johnson se negó a "especular" y concretar cómo variarán exactamente las normas, que podrían aplicarse "en las próximas semanas" aunque sí mencionó que contemplarían "claramente, el cierre de colegios".