Se llama semaglutida y es un nuevo fármaco que ha venido a revolucionar el tratamiento contra la obesidad. La revista New England Journal for Medicine ha publicado al respecto un estudio en el que demuestra que el 35% de las personas que tomaron este medicamento para tratar la obesidad perdieron más de una quinta parte de su peso corporal total.
Según los expertos involucrados, del Centro de Investigación de la Obesidad de la University College de Londres, se trata de unos resultados espectaculares que podrían desempeñar un papel importante para ayudar al Reino Unido a reducir el impacto de la obesidad y las consecuencias que tiene para la salud de la población en su conjunto.
El fármaco actúa modificando el propio sistema de regulación del apetito del cuerpo en el cerebro, lo que reduce el hambre y la ingesta de calorías. En la investigación han participado casi 2.000 personas de 16 países.
Según los científicos, “los hallazgos de este estudio representan un gran avance para mejorar la salud de las personas con obesidad. Tres cuartas partes de las personas que recibieron 2,4 mg de semaglutida perdieron más del 10% de su peso corporal y más de un tercio perdió más del 20%. Ningún otro medicamento ha provocado este nivel de pérdida de peso; estamos hablando de un cambio en las reglas del juego. Por primera vez, las personas pueden lograr a través de los medicamentos lo que solo era posible mediante la dieta o cirugía”, afirman.
El impacto de la obesidad en la salud ha sido puesto de relieve aún más si cabe debido a la Covid-19, pues esta condición aumenta notablemente el riesgo de morir a causa del virus, así como también incrementa el riesgo de muchas enfermedades graves que limitan la vida, incluida la enfermedad cardíaca, diabetes tipo 2, enfermedad hepática y ciertos tipos de cánceres.
Los participantes en el estudio perdieron de media 15,3 kg, lo que se tradujo en reducciones en los factores de riesgo de enfermedad cardíaca y diabetes, así como la circunferencia de la cintura, las grasas en sangre, el azúcar en sangre y la presión arterial, y mejoraron su calidad de vida en general.
El investigador principal del ensayo en el Reino Unido, el profesor John Wilding (Universidad de Liverpool), ha afirmado: “se trata de un avance significativo en el tratamiento de la obesidad. La semaglutida ya está aprobada y se usa clínicamente en una dosis más baja para el tratamiento de la diabetes, por lo que como médicos ya estamos familiarizado con su uso”.
Con la evidencia de este ensayo, la semaglutida se ha presentado para su aprobación regulatoria como tratamiento para la obesidad al Instituto Nacional de Excelencia Clínica (NICE), la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA).