Los ríos son uno de los elementos de nuestro planeta que más están sufriendo la contaminación. Además de las consecuencias medioambientales, ya de por sí muy graves, otro grave problema es el efecto que produce en la salud de las personas. Un nuevo estudio global realizado en 72 países ha venido a añadir otro motivo de preocupación al encontrar en más de 65% de los ríos analizados una significativa presencia de antibióticos.
Los ríos son uno de los elementos de nuestro planeta que más están sufriendo la contaminación
El estudio
La investigación se ha llevado a cabo en la Universidad de York en el Reino Unido en la que un equipo de expertos analizaron muestras de ríos en 72 países y encontraron que los antibióticos estaban presentes en el 65% de ellos. Los niveles más peligrosos se encontraron con mayor frecuencia en Asia y África, donde se superaron los niveles de seguridad ampliamente.
Se recopilaron datos algunos de los ríos más conocidos del mundo, como el el Danubio, el Mekong, el Sena, el Támesis, el Tíber, el Tigris y el Chao Phraya. Las zonas de más riesgo se sitúan cerca de las plantas de tratamiento de aguas residuales o vertederos de deshechos, al igual que en zonas de conflictividad política.
Los científicos han subrayado que, aunque los límites de seguridad se superaron con más frecuencia en los países en vías de desarrollo, los datos encontrados en los ríos de Europa, América del Norte y América del Sur también son significativos y demuestran que la contaminación por antibióticos es un problema global.
Las consecuencias
La pregunta que subyace tras esta investigación es si esta contaminación supone un riesgo para la salud de las personas. Y la respuesta es que sí, puesto que según quedó patente en un informe del Grupo de Coordinación Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, esta resistencia causa alrededor de 700.000 muertes en todo el mundo cada año. De ellas, 230.000 muertes se deben a la tuberculosis multirresistente, aunque cada vez son más las enfermedades cuyo tratamiento se está viendo afectado por esta causa, como la neumonía, la gonorrea o las enfermedades de transmisión alimentaria. Si no se pone remedio de una forma conjunta entre los países, el informe de la ONU vaticina que en el año 2030, la cifra de muertos al año por enfermedades resistentes a los antibióticos podrían aumentar hasta los 10 millones anuales.
Las causas de esta resistencia a los antibióticos en todo el mundo son varias. El exceso de prescripción médica, los pacientes que no acaban su tratamiento, su uso indebido en la cría de ganado y pescado, la ausencia de desarrollo de nuevos fármacos, la falta de higiene o el control inadecuado de las infecciones en los hospitales.
Según los científicos que han participado en este estudio, la contaminación de los ríos demuestra que esta cuestión podría suponer también una importante contribución a esta resistencia, por lo que sería importante contrarrestarla invirtiendo en infraestructura para el tratamiento de residuos y aguas residuales, ajustar las regulaciones y limpiar los sitios ya contaminados.