Uno de los muchos aspectos que diferencian a los seres humanos de otros mamíferos está en que mientras nosotros estamos hechos para dormir una vez al día de manera prolongada, la gran mayoría de los mamíferos duermen en períodos cortos a lo largo del día. Aunque esto no se cumple siempre, ya que los niños pequeños y las personas mayores suelen repartir el descanso en forma de sueño complementando el principal de la noche con otro u otros a lo largo del día.

A pesar de que las siestas no tienen por qué solucionar un problema como es el de dormir mal por la noche, lo cierto es que un sueño de entre 20 minutos y media hora puede servir como combustible para mejorar el estado de ánimo y el rendimiento durante el día.

Mujer siesta

Las razones por las que una persona puede echarse una siesta pueden ser diversas pero fundamentalmente son dos las más comunes.

>La siesta de emergencia

Tiene lugar cuando una persona se encuentra de repente está muy cansada y tiene dificultades para poder continuar con su actividad habitual. Además de poder tomarla cuando uno lo desee, este tipo de siesta se recomienda para combatir la conducción somnolienta o la fatiga mientras se lleva a cabo una tarea peligrosa o que requiere una atención muy especial en el trabajo.

>La siesta habitual

Es la más frecuente y se lleva a cabo cuando una persona toma una siesta a la misma hora todos los días, generalmente a primera hora de la tarde y después de comer.

Algunos consejos

 

Por lo general, se recomienda una siesta corta –de entre 20 y 30 minutos– para así poder volver con normalidad a la actividad diaria. Este tipo de siesta proporciona un beneficio significativo para mejorar el estado de alerta y el rendimiento sin que quien la disfrute llegue a quedarse aturdido y sin interferir con el sueño nocturno.

Es importante encontrar un lugar adecuado para la siesta. Lo mejor es elegir un lugar tranquilo para acostarse y que la temperatura en la habitación te haga sentirte cómodo. Es aconsejable, limitar la cantidad de ruido que se escucha, así como reducir al mínimo y la luz que se pueda filtrar.

No conviene tomar una siesta demasiado tarde porque podría afectar los patrones de sueño nocturno y hacer más difícil conciliar el sueño a la hora habitual de acostarse. Si por el contrario se intenta disfrutar de la siesta demasiado temprano, es posible que el cuerpo no esté listo para dormir.

Algunos beneficios

 

Las siestas pueden restaurar el estado de alerta, mejorar el rendimiento y reducir errores y accidentes. Un estudio en la NASA sobre pilotos militares y astronautas somnolientos descubrió que una siesta de 40 minutos mejoraba el rendimiento en un 34% y el estado de alerta en un 100%.

También tiene beneficios psicológicos. Una siesta puede ser un pequeño lujo muy agradable, una gran desconexión para el cerebro. Puede proporcionar una manera fácil de relajarse y sentirse más joven.

La mayoría de las personas son conscientes de que conducir con sueño es extremadamente peligroso. Pero desgraciadamente no todo el mundo para cuando siente sueño. Los expertos en sueño recomiendan que si te sientes somnoliento al conducir, debes detenerte inmediatamente en un área de descanso, tomar una bebida con cafeína y echarte una siesta de 20 minutos.

Algunos efectos negativos

 

A pesar de estos beneficios, la siesta no siempre es la mejor opción para todos. Las siestas pueden dejar a las personas con inercia del sueño, especialmente cuando duran más de 10 o 20 minutos.

La inercia del sueño se define como la sensación de aturdimiento y desorientación que puede venir con el despertar de un sueño profundo. Si bien este estado generalmente solo dura unos pocos minutos, puede ser perjudicial para aquellos que deben realizar algo importante inmediatamente después de despertarse de un período de siesta. El deterioro y la desorientación posteriores a la siesta son más graves y pueden durar más en personas que no duermen o duermen la siesta por períodos más largos.

Siesta calle

La siesta también puede tener un efecto negativo en otros períodos de sueño. Una siesta larga o una siesta demasiado tardía puede afectar negativamente la duración y la calidad del sueño nocturno. Si tienes problemas para dormir por la noche, una siesta solo amplificará estos problemas.

Por último, también cabe señalar que un estudio realizado hace unos años reveló que la siesta se asocia con un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca en personas que ya se encuentran en riesgo.