"No habrá recortes". Así de contundente se ha pronunciado el conseller de Salud, Manel Balcells. El reciente debate sobre los ajustes que se prevén en los centros sanitarios de cara al verano ha puesto en alerta el colectivo profesional y toda la ciudadanía, por la preocupación de que el sistema no pueda asumir la presión asistencial. En las últimas dos semanas, se ha alertado de una inminente reducción de personal y servicios a los hospitales y CAPs de Catalunya durante los meses de julio, agosto y septiembre. Incluso ha saltado la noticia que la Vall d'Hebron, el centro hospitalario mayor de Catalunya, cerrará casi 300 camas en verano por estos mismos motivos. Desde la Generalitat, sin embargo, han querido salir del paso para descartar rotundamente estas informaciones.

Según ha informado el conseller en rueda de prensa, estos ajustes de cara al verano se deben a la falta de nuevos presupuestos. Las cuentas actuales son prorrogadas de 2023, después de que los grupos del Parlament fracasaran en su intento de construir una mayoría absoluta que habría incrementado el dinero destinado a Salud. Concretamente, al Departamento le habrían tocado 1.400 millones más que el año pasado que no llegarán, si bien gracias a un suplemento de crédito aprobado por el Govern este 2024 habrá 661 millones más que el año pasado a pesar de la falta de presupuestos. "Deseábamos más, pero es lo que tenemos", ha reconocido Balcells.

En todo caso, él mismo ha querido remarcar que los ajustes no son extraordinarios, sino que se enmarcan en la normalidad de la época veraniega. En julio, habrá entre un 91% y un 87% del total de camas disponibles en todo Catalunya; en agosto, la proporción bajará hasta el 81%; y en septiembre, volverá a subir hasta entre un 86% y un 92%. Fuentes de Salud confirman que son porcentajes similares a otros años. Por lo que hace al caso concreto de la Vall d'Hebron, además, descartan que la reducción de camas sea tan alta como se ha difundido a la prensa, y dan otra cifra: a en julio, agosto y septiembre se cerrarán 179 camas. Una cuantía que, además, no difiere demasiado de la que se dio el año pasado, cuando cerraron 113 camas en julio, 175 en agosto y 125 en septiembre.

No afectará a las operaciones quirúrgicas urgentes

En todo caso, el conseller ha prometido que la ciudadanía no verá los efectos de esta reducción de camas disponibles. Los centros ya se encargan de realizar una planificación quirúrgica, teniendo en cuenta la época de verano, en la que siempre hay menos profesionales. Es por eso que no dejarán de tener lugar las intervenciones quirúrgicas que ya estaban agendadas durante julio, agosto y septiembre, ya que estas son las urgentes y que atienden enfermos agudos. Aquellas aplazables ya quedaron programadas de entrada para meses posteriores, o bien escalonadas en el tiempo.