El Alzheimer es la causa más frecuente de demencia. Cada cuatro segundos, se diagnostica una persona en el mundo con este enfermedad neurodegenerativa que se prevé que afecte a más de 100 millones en el año 2050. De momento, no existe cura, pero sí se han establecido una serie de pautas para prevenir esta patología que tanto perjudica a la vida de los enfermos y sus allegados.
Entre estas pautas señaladas por los expertos se encuentra la de seguir unos hábitos saludables de nutrición y ejercicio. Y dentro de la nutrición, destaca una dieta que según un estudio llevado a cabo por científicos de las Universidades de Harvard y Rush, permite reducir el riesgo de padecer Alzheimer en un 53%. Se trata de la Dieta MIND, que son las siglas de Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay, que puede traducirse como Dieta Mediterránea y DASH de intervención para el retraso neurodegenerativo.
Es por tanto un plan de alimentación que toma como referencia a las dos mejores dietas que existen, según los científicos. En primer lugar, la dieta mediterránea, basada en el uso abundante de vegetales y frutas, aceite de oliva como grasa fundamental, la ingesta diaria de cereales y granos integrales, así como de lácteos y un consumo restringido de carnes rojas. Y, en segundo lugar, la dieta DASH, un plan alimenticio que nació para luchar contra la hipertensión arterial y que ha demostrado beneficios para la salud en general. Se basa en un alto consumo de verduras, frutas y lácteos sin grasa con un alto contenido en calcio, potasio y magnesio y un consumo moderado de cereales integrales, carnes magras y pescado.
Estos son algunas de las pautas para seguir la Dieta MIND, aunque como siempre, antes de seguirla debería consultarse con el especialista:
> Verduras de hoja verde. Se debe priorizar su consumo, alrededor de 6 o más raciones por semana.
> Resto de verduras. Una vez al día. Mejor verduras sin almidón como la alcachofa, el apio, la berenjena o el brócoli.
> Frutos rojos. Las fresas, arándanos, frambuesas y moras tienen un alto poder antioxidante y son básicas en esta dieta. Se deben tomar no menos de dos veces por semana.
> Frutos secos. Especialmente nueces, cuyo consumo recomendado es de cinco raciones a la semana.
> Aceite de oliva. Debe convertirse en el principal aporte graso de la dieta y en el aceite indispensable para cocinar.
> Cereales y granos integrales. Por lo menos, tres veces al día. Se debe priorizar la avena, la quinoa, el arroz integral, la pasta integral y el pan 100% integral.
> Pescado. Se debe comer al menos una vez a la semana, preferiblemente aquellos que tienen un alto contenido en grasas saludables omega 3: el salmón, las sardinas, la trucha, el atún y la caballa.
> Legumbres. Cuatro veces a la semana cocinados con verduras y aceite de oliva. Se pueden incluir pequeñas raciones de carnes magras.
> Carne. Pollo y pavo dos veces por semana y roja de forma muy moderada.
> Una copa de vino al día.