Ha tardado mucho, pero finalmente el Estado ha decidido actuar en la Comunidad de Madrid, desbordada por la segunda ola de coronavirus. La justicia tumbó ayer las medidas de confinamiento perimetral de la capital española y el gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha vuelto a su receta inicial: el inmovilismo. En este contexto, el Gobierno se ha reunido de urgencia y ha aprobado el decreto de declaración del estado de alarma durante al menos dos semanas. Irá acompañado de un macrodespliegue policial de 7.000 agentes.
Salvador Illa ha explicado que las medidas de confinamiento perimetral serán "exactamente las mismas" que hasta ayer, pero "con otra cobertura jurídica". Entrarán en vigor inmediatamente. Según informan desde el Gobierno, "tan pronto como acabe el Consejo de Ministros se enviarán al BOE para su publicación". Afectarán a los mismos nueves municipios, con la excepción de Alcalá de Henares, que ha mejorado sus cifras. Confian en que con dos semanas haya suficiente.
Por otra parte, el ministro del Interior ha anunciado un amplio dispositivo policial, con más de 7.000 efectivos de la Policía Nacional y la Guardia Civil destinado a controlar las entradas y salidas y salidas de estos municipios.
En su intervención inicial, el ministro de Sanidad ha hecho una "cronología de los hechos" para demostrar que el Gobierno ha intentado luchar contra el virus mientras "la presidenta de la Comunidad de Madrid ha decidido no hacer nada". Y ha repasado algunos datos: 63 muertos la última semana, 3.631 hospitalizados o "498 personas en el UCI luchando contra la vida y la muerte". En este sentido, ha constatado como en Madrid hay transmisión comunitaria y como ciudades como Paris o Berlin han actuado antes con mucha menos incidencia. Preguntado sobre si como gobierno han llegado tarde para intervenir, se ha salido por la tangente.
Trucades Sánchez-Ayuso
Antes de que empezara el Consejo de Ministros extraordinario, Sánchez ha hablado por teléfono con Ayuso. La presidenta madrileña le ha pedido todavía más tiempo. El presidente español le ha replicado que "hay que proteger la salud pública ya y se aprobará el estado de alarma", según fuentes del ejecutivo central. Estas mismas fuentes señalan que, en las próximas dos semanas, los equipos seguirán hablando de los escenarios.
Ayer Pedro Sánchez habló hasta dos veces con Isabel Díaz Ayuso. El presidente español dio a la presidenta de la Comunidad de Madrid tres opciones para superar el veto del TSJM a cómo se ha hecho el confinamiento perimetral. La primera, que la Comunidad dicte una nueva orden amparada en la ley de medidas especiales en materia de salud pública. La segunda, que la Comunidad solicite la declaración del estado de alarma. Y la tercera, que lo declare el Gobierno sin solicitud previa. Y ha concluido con un misil: "La paciencia tiene un límite. No hay más ciego que el que no quiere ver".
Justicia desigual
No es sólo una frase hecha: la justicia no es igual para todos. Ayer, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid tumbaba el confinamiento perimetral de la capital española y nueve municipios de su área metropolitana. En cambio, hoy su homólogo en Castilla y León ha ratificado unas medidas idénticas para las ciudades de León, Palencia y San Andrés del Rabanedo. Según el breve comunicado del TSJCL, las órdenes están "encaminadas a contener la pandemia". En cambio, el TSJM vio afectación de los derechos fundamentales.
El gobierno de Castilla y León decidió aplicar estas medidas de confinamiento porque estos municipios tienen una incidencia acumulada superior a 500 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, una positividad de las PCR superior al 10% y un nivel de ocupación de las UCI superior al 35%. En el caso de León, al superar los 100.000 habitantes, son de aplicación las medidas mínimas acordadas por el Ministerio de Sanidad inicialmente con la Comunidad de Madrid. En los tres municipios se restringe la entrada y salida, excepto para aquellas excepciones contempladas por la orden.
Las mismas medidas
Según el documento aprobado, Madrid tendrá que aplicar unas medidas "mínimas", como hasta ayer. Entre estas, el cierre perimetral menos aquellas excepciones permitidas, la reducción de encuentros a seis personas o el cierre de locales comerciales a las diez de la noche con un aforo del 50%; en las terrazas, este aforo será del 60%. Los bares deberán cerrar a las once de la noche, y a las diez ya no podrán admitir nuevos clientes.