La ministra de sanidad, Mónica García, presenta este jueves a los representantes de los gobiernos autonómicos, en la reunión de la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), su plan antitabaco. El Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo (PIT) 2024-2027, es un documento de 140 páginas en el que se trabaja desde 2021, que endurece las medidas para luchar contra el consumo del tabaco y recoge una especialmente polémica, que ya cuenta con una fuerte oposición por parte de diferentes sectores de la economía del Estado español, en especial de la hostelería, como es la de prohibir fumar y vapear en las terrazas de los bares y restaurantes, bajo el nombre más técnico de prohibido hacerlo en "determinados espacios comunitarios y sociales al aire libre". El plan también prohíbe fumar y vapear en "ciertos espacios del ámbito privado, especialmente aquellos con presencia de menores", como en domicilios o en el coche, y también propone impulsar medidas fiscales con el fin de modificar los impuestos y que así se pueda conseguir un aumento de los precios, aunque esta es una cuestión que depende del ministerio de Hacienda, y no de Sanidad. El texto también propone incorporar los fármacos a la cartera de prestaciones del Sistema Nacional de Salud (SNS); y la prohibición de lanzar colillas en vías públicas y espacios naturales.
Además de los hosteleros y restauradores, la Organización Interprofesional del Tabaco en España (OITAB), integrada por agricultores de hoja de tabaco y la industria de primera transformación, reclama al Gobierno español, mediante un manifiesto en defensa de todo el sector tabaquero, que valore las consecuencias sociales y económicas que pueden derivarse del PIT. En concreto, la interprofesional recordó que este sector aporta 3.300 millones de euros al PIB español y cuenta con más de 53.000 puestos de trabajo, siendo el quinto mayor contribuyente a las arcas públicas en España.
Ampliación de los espacios libres de humo
"El Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo, que ya se empezó hace unos cuantos años y que nosotros reanudaremos, tiene varios ejes de actuación y simplemente una de estas líneas está relacionada con los espacios libres de humo y con su ampliación. La especificación concreta de cuáles son los espacios de humo se tendrán que recoger en la reforma legislativa, no en el plan integral", ha explicado esta semana el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, para quien "España volverá a ser pionera, como ya lo fue gracias a la modificación del 2010, ofreciendo un reconocimiento especial de protección en espacios sensibles" como son las zonas de juego infantil y su entorno, y el establecimiento de espacios al aire libre de protección reforzada; asimismo, pretende más protección con la adopción de nuevas medidas delante de los dispositivos susceptibles de liberación de nicotina.
Regulación de los vapeadores
El plan aborda también las nuevas formas de consumo a través de cigarrillos electrónicos y el tabaco calentado. "El objetivo de estos productos es intentar hacer un lavado de cara del consumo de nicotina a causa de la concienciación mayor por parte de la población sobre los riesgos del tabaco tradicional. Estas nuevas formas de consumo son especialmente atractivas para la juventud al dar una imagen más tecnológica y transmitir la sensación que disminuyen el riesgo para la salud", subraya el texto.
Los objetivos del plan
Los cinco objetivos del Plan Integral para la Prevención y Control del Tabaquismo son: prevenir el inicio de consumo de tabaco y productos relacionados; fomentar el abandono del tabaquismo y facilitar la ayuda para dejar de fumar; reducir la exposición ambiental a las emisiones de tabaco y productos relacionados con espacios públicos y privados y reducir la huella ecológica; promover la investigación aplicada y la monitorización en el control del tabaquismo y, finalmente, potenciar la coordinación y el establecimiento de alianzas. Entre todas se dan 22 objetivos que destacan: promover la modificación y el cumplimiento de la ley en espacios sin humo; promover campañas de sensibilización en la población sobre la exposición al humo ambiental del tabaco y otros contaminantes como riesgo para la salud; reducir el porcentaje de jóvenes que inician el consumo de tabaco y productos relacionados; reforzar el cumplimiento y el seguimiento de la legislación vigente; y favorecer la intervención a la persona fumadora a todos los niveles asistenciales y activos comunitarios.