Las autoridades sanitarias de todo el mundo están muy preocupadas en lo que al sarampión respecta, pues se ha convertido en un auténtico problema global. En los últimos dos años, los casos de sarampión se han disparado en todo el mundo y se están lanzado campañas en todos los países para recordar a todos las personas la importancia que tiene la vacunación, especialmente en los niños.

En Estados Unidos, un país que supuestamente estaba declarado como libre de esta enfermedad, un nuevo estudio realizado por el Hospital General de Massachusetts ha concluido que, antes de viajar solo el 40 por ciento de los niños había sido vacunado adecuadamente

La nueva investigación, publicada en JAMA Pediatrics, subrayaba que la mayoría de los niños no fueron vacunados debido a la negativa de los padres o una decisión del médico, a pesar de que las recomendaciones de los especialistas que aconsejan que los niños se vacunen antes de viajar al extranjero.

Teniendo en cuenta que la OMS ha informado de que más de 140.000 personas en todo el mundo murieron de sarampión en 2018, la mayoría de las cuales eran niños menores de 5 años, la noticia es sin duda preocupante. Por ejemplo, en estos momentos en Samoa, en la Polinesia –un lugar con cada vez mayor presencia de turistas– un brote de rápida propagación ha enfermado a cerca de 4.700 personas y se ha cobrado la vida de 70 personas, de los que 61 fueron niños menores de 4 años. Los niños y los adolescentes representaron casi el 47 por ciento de las importaciones de sarampión entre 2001 y 2016.

El estudio

En el estudio del Hospital General de Massachusetts se analizaron datos de más de 14.602 viajeros en edad pediátrica. 2.864 de ellos debían vacunarse antes de viajar. Alrededor del 44 por ciento de los bebés de 6 a 12 meses de edad no lo hicieron, así como el 56 por ciento de los niños en edad preescolar (de 1 a 6 años). Según el equipo de investigación, estos resultados demuestran que hace falta más educación para garantizar que los médicos administren la vacuna a los viajeros pediátricos. 

 

El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa. Solo con permanecer en una misma habitación con alguien que tenga la enfermedad es suficiente para contagiarse. Los que no son inmunes tienen un 90 por ciento de probabilidad de infectarse. Y el riesgo de enfermedades graves y complicaciones potencialmente mortales es mayor entre los niños pequeños.  De hecho, uno de cada 5 niños infectados es hospitalizado porque tienen complicaciones como la neumonía, la encefalitis, o incluso una lesión cerebral permanente. Y de los niños que contraen sarampión, 1 de 3.000 muere por la enfermedad.

Por lo tanto, es una alerta para tomársela muy en serio por parte de padres y médicos. Por lo general, a los bebés se les da la primera dosis de la triple vírica, que incluye el sarampión, entre los 12 y los 15 meses, la segunda entre los 2 y los 4 años. Pero en condiciones especiales, se puede aplicar con anterioridad.