Las tres primeras semanas de curso escolar no han tenido un impacto significativo en la evolución de la pandemia en el estado español. Así lo indica un informe entregado a la Comisión Europea por el grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos de la Universitat Politècnica de Catalunya, al cual ha tenido acceso El País.
"Si las escuelas hubieran actuado como amplificadores de los contagios, ya se tendría que observar un efecto en la incidencia global, después de haberse superado el periodo de dos semanas que se utiliza como indicador de la marcha de la enfermedad", explica el informe.
El inicio de curso no ha tenido ninguna influencia en el coronavirus, ahora bien, el texto matiza que todo puede cambiar. "Vemos que la apertura en sí no ha cambiado significativamente las tendencias. Las comunidades donde la incidencia estaba subiendo han seguido haciéndolo a un ritmo similar, y las que estaban bajando siguen en esta tendencia", explica una de las autoras del informe, Clara Prats, al citado medio.
"El esfuerzo diagnóstico" de Catalunya
A partir de los datos que ha tratado el estudio, se ha concluido que Catalunya y Andalucía han experimentado un "ligero aumento" de los contagios en edades de población escolar.
Ahora bien, este aumento se puede explicar por "un mayor esfuerzo diagnóstico" después del inicio de las clases.
En Catalunya, cuando un alumno da positivo en Covid-19, se realiza la prueba PCR a todos los compañeros del grupo burbuja. Además, se han hecho cribados masivos en escuelas de zonas de incidencia alta.
Así pues, cuando en una zona se hacen más pruebas, lo más normal en un grupo de población que presenta un elevado número de asintomáticos es que el número de positivos aumente.
La buena gestión de Ensenyament
El informe enviado a la Comisión Europea destaca que durante las dos primeras semanas de escuela en Catalunya, el 87% de los llamados casos índice (el primero que se detecta a partir del cual se encuentran los demás infectados) encontrados en grupos burbuja no han generado ningún contagio en el resto de la clase. Por lo tanto, se puede deducir que el contagio de este niño se ha producido fuera de la escuela.
El informe subraya que las medidas sanitarias adoptadas, como la obligación de que profesores y alumnos, a partir de los seis años, lleven mascarilla durante toda la jornada son lo que ha contribuido a que haya pocos contagios.
"Quizás los niños son menos infecciosos. Y muy probablemente las medidas implantadas para prevenir los contagios, así como las cuarentenas de los grupos burbuja, que aíslan a la clase entera, permiten cortar rápidamente la posibilidad de que se produzcan cadenas de contagio en el aula", afirma Clara Prats.