Ha sido una de las grandes cuestiones que han investigado los expertos durante la pandemia, cuánto dura la inmunidad frente a la Covid-19 una vez se ha pasado la enfermedad. Se ha hablado de plazos que van desde tres meses hasta un año, pero un estudio reciente parece apuntar a ocho meses como la cifra más probable. Así queda de manifiesto en esta investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de La Jolla en California.

Cuando empezaron los primeros casos de la enfermedad no se sabía qué podía ocurrir, pero pronto se vio que algunas personas se volvían a reinfectar después de un tiempo. Los primeros informes llegaron de Corea del Sur el pasado mes de abril y el primer caso confirmado se dio en un hombre de Hong Kong que dio positivo primero en marzo y luego en agosto, al regresar de un viaje a España.

Ha pasado suficiente tiempo para que la ciencia se haya podido aproximar a conocer el tiempo que dura la inmunidad

La duda estribaba en que para demostrar que un caso se trata de reinfección, es necesario que el mismo paciente vuelva a dar positivo al coronavirus tras al menos un mes de recuperación. Pero, sobre todo, que la reinfección esté documentada por comparación entre la secuencia genética del virus que provocó la primera positividad con la que provocó la segunda enfermedad. Es decir, que había que diferenciar entre una reinfección y no una recaída, una cuestión que no estaba tan clara al principio. Finalmente, con este criterio se podía tener la certeza de que eran reinfecciones. Desde entonces, se han contabilizado centenares en todo el mundo.

Los expertos aseguran que estas cifras lógicamente van a seguir aumentando. En este estudio se admite el hecho de que, una vez infectado y curado, los anticuerpos disminuyen sustancialmente con el tiempo, particularmente en aquellos que han desarrollado formas leves de Covid-19. La memoria inmune parece permanecer relativamente estable durante al menos 8 meses.

También hay más signos de que las personas que han experimentado Covid-19 grave desarrollan una respuesta inmune más fuerte, algo que también ocurría con los síndromes respiratorios causados ​​por los coronavirus Sars y Mers, capaces de inducir tanto la producción de niveles elevados de anticuerpos que pueden durar hasta dos años tanto la respuesta de los linfocitos T.

Quienes sufren un contagio más fuerte, desarrollan una inmunidad mayor

En principio se podría pensar que la presencia de una defensa inmune podría dar lugar a casos de reinfección principalmente entre asintomáticos, pero lo cierto es que no todas son así. Existen ejemplos de personas que han pasado una forma más leve la enfermedad y que, en la reinfección, han desarrollado versiones más graves de la enfermedad, con incluso neumonía y hospitalización. Sin embargo, también se sopesa que esto puede deberse a reinfectarse de una cepa más virulenta que la primera. Es precisamente ahora cuando se están analizando en mayor profundidad las nuevas cepas para saber exactamente cómo se están comportando y la acción de la medicación y las vacunas frente a ellas.