Si a todos nos afectan los cambios de temperatura, a los niños aún más, ya que les hace más propensos a contraer enfermedades. El frío aumenta la aparición de ciertas enfermedades, especialmente las que afectan a las vías respiratorias, como las gripes, resfriados, bronquitis, faringitis y otras más graves como la neumonía.
“Es importante destacar”, explica el Dr. Héctor Boix, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitari Dexeus, “que las infecciones respiratorias (resfriados, neumonías, etc.) ocurren por contagio entre personas, por gotitas de saliva, no por el frío. Sin embargo, el frio hace que estemos más tiempo en el interior, más cerca de otras personas que nos puedan contagiar, que determinados virus proliferen en bajas temperaturas y circulen más (como el de la gripe) y que los cilios (una especie de 'pelillos' que tienen nuestras células en las vías aéreas que empujan virus y mocos hacia afuera) se muevan peor”.
Más riesgo de contagio en la infancia
El hecho de que los pequeños sean especialmente propensos al contagio es debido, por una parte, a que su sistema inmunológico no es lo suficientemente maduro y, por tanto, no se defiende como el de un adulto frente a la misma enfermedad.
“Por otro lado”, continúa el especialista, “los niños respiran más por la boca que los mayores, que lo hacemos principalmente por la nariz”. “Esto significa que los microorganismos se 'saltan' la barrera natural de defensa que forman los cilios y mucosas nasales y penetran directamente al organismo. Pero es que además esa propia barrera innata que tenemos en la nariz ve mermada su eficacia debido precisamente al frío y permite el acceso de más microorganismos”.
Y por si todos estos problemas no fueran suficientes, algunos virus, como el de la gripe, se recubren de una coraza resistente al frío que les protege y les facilita seguir contagiando a otras personas.
Cómo se contagian los niños de un virus
El mecanismo es principalmente a través del aire, por lo que resulta facilísimo contagiarse en el colegio o la guardería, en el parque, etc.
Además, al toser o estornudar se expulsan pequeñas gotas en suspensión que se pueden inhalar. Igualmente, si se toca con las manos cualquier objeto que haya estado expuesto al virus, se puede producir el contagio.
Es importante conocer los síntomas de las infecciones más virales en invierno, que pueden ser tos, mocos, estornudos, dolor de garganta, y en ocasiones, fiebre y malestar. En este sentido, los padres deben vigilar la intensidad de dichos signos y, sobre todo, consultar siempre al pediatra antes de administrar medicamentos a sus hijos.
Consejos para prevenir el contagio de las enfermedades otoñales
Es inevitable el contacto con otros niños en el colegio, la guardería… ¿Pero es posible evitar que se contagien? Hay una serie de recomendaciones que nos explica el Dr. Boix para prevenir el contagio de gripes, resfriados y otras enfermedades virales:
- Evitar, en la medida de lo posible, los lugares concurridos.
- No fumar en su presencia y evitar que tengan contacto con el humo de tabaco.
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, sobre todo al llegar a casa.
- Hacer que beban líquido en abundancia, ya que esto permite conservar una adecuada humedad en los cuerpos y previene la sequedad de las fosas nasales.
- Ventilar las habitaciones a diario para que el aire se renueve.