La miel es un líquido almibarado que las abejas producen a partir del néctar de las plantas. Se utiliza desde hace milenios en todo el mundo, debido a sus propiedades, su dulzura y la profundidad de sabor. Su olor, color y sabor varían según el tipo de flores de las que está hecha, por lo que hay innumerables variedades disponibles. Estos son seis de sus beneficios demostrados por la ciencia.

Rica en nutrientes

Una cucharada de unos 20 gramos de miel contiene 61 calorías y aporta vitaminas A, D, E, B1, C, K, colina y rutina, así como sodio, potasio, magnesio, calcio, aluminio, hierro, cobre, cinc, manganeso, plomo, sílice, fósforo, cloro, azufre y polifenoles.

Contiene antioxidantes

La miel de alta calidad, mínimamente procesada, sin calentar y fresca, contiene muchos compuestos vegetales bioactivos importantes y antioxidantes, como flavonoides y ácidos fenólicos. Las variedades más oscuras tienden a ofrecer más antioxidantes que las variedades más claras. Los antioxidantes ayudan a neutralizar las especies reactivas de oxígeno en el organismo, que pueden acumularse en las células y causar daño celular, lo que contribuye a afecciones como el envejecimiento prematuro, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas, como se recoge en este estudio.

Más adecuada para endulzar que el azúcar

Cuando se trata del control del azúcar en sangre, la miel puede ofrecer algunos beneficios leves sobre el azúcar regular. Aunque la miel eleva el nivel de azúcar en sangre de la misma forma que otros tipos de azúcar, los antioxidantes que contiene pueden ayudar a proteger contra el síndrome metabólico y la diabetes tipo 2. Según esta investigación, la miel puede aumentar los niveles de adiponectina, una hormona que reduce la inflamación y mejora la regulación del azúcar en sangre.

Puede mejorar la salud del corazón

La miel también puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas. Según esta revisión, la miel puede ayudar a reducir la presión arterial, mejorar los niveles de grasa en la sangre, regular los latidos del corazón y prevenir la muerte de células sanas, todos factores que pueden mejorar la función y la salud del corazón.

Mejora los niveles de colesterol y triglicéridos

La miel cruda normalmente contiene propóleo, un tipo de resina que las abejas producen a partir de árboles productores de savia y plantas similares. El propóleo puede mejorar los niveles de colesterol y triglicéridos, como recoge este estudio.

Promueve la cicatrización de quemaduras y heridas

El tratamiento tópico con miel se ha utilizado para curar heridas y quemaduras desde el antiguo Egipto. La práctica sigue siendo común hoy en día. Esta revisión de 26 estudios sobre la miel y el cuidado de heridas encontró que es más eficaz para curar quemaduras de espesor parcial y heridas que se han infectado después de la cirugía.