La ansiedad se está convirtiendo en uno de los trastornos más comunes en estos días de confinamiento derivados de la pandemia de coronavirus. En este sentido, todos los ejercicios y actividades que se puedan realizar para paliar, en la medida de lo posible, los problemas derivados de la restricción de la movilidad pueden ser de gran ayuda para cualquier persona. Uno de los más efectivos es el mindfulness o atención plena. Estos programas han demostrado ser en diversos estudios muy prometedores para el tratamiento de la ansiedad.
Una investigación llevada a cabo por expertos de la Universidad Tecnológica de Michigan concluye que las personas pueden comenzar a obtener beneficios psicológicos y fisiológicos de la práctica después de una sola sesión introductoria. Los científicos realizaron un experimento que demostró que esta práctica muestra una clara reducción de la ansiedad en la primera hora después de la sesión de meditación. En el caso de que se continúe durante una semana, los niveles son significativamente más bajos.
El estudio
Los investigadores analizaron a un grupo de personas que presentaban una presión arterial normal pero altos niveles de ansiedad. Midieron los factores relacionados con el funcionamiento cardiovascular, incluidos la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la presión arterial aórtica (presión arterial en la aorta) y la rigidez arterial, antes y después de una sesión introductoria guiada de 60 minutos de mindfulness.
La práctica se centró en ejercicios de respiración y la conciencia de los propios pensamientos. Todos los participantes mostraron una reducción en sus niveles de ansiedad. Pero no solo eso. También redujeron el estrés mecánico en sus arterias una hora después de la sesión. La rigidez arterial es un predictor de enfermedad cardiovascular y puede incrementarse por eventos traumáticos de la vida, tensión laboral, depresión, ansiedad temporal y propensión a la ansiedad a largo plazo. Los cambios cardiovasculares asociados con la ansiedad también pueden provocar presión arterial alta y daño a largo plazo en varios órganos.
Los expertos se muestran muy esperanzados con este estudio porque viene a demostrar la eficacia de este hábito que no es demasiado exigente, se puede hacer a cualquier hora del día y no requiere tampoco de un material especial ni un lugar determinado para practicarlo.
Cómo hacer un ejercicio de atención plena
La atención plena o mindfulness es la práctica de ser plenamente consciente del presente pero sin emitir ningún juicio al respecto, con el objetivo de relajar la mente y evitar que los pensamientos se aceleren y aumente la ansiedad. Se aconseja hacerlo en un lugar tranquilo y cómodo para sentarse y cerrar los ojos. Después, hay que observar la respiración y tomar conciencia del cuerpo. A continuación, hay que desplazar la conciencia hacia el entorno, para sentir lo que ocurre a su alrededor evitando cualquier tipo de pensamiento, solo sensaciones. Por último, se cambia la conciencia varias veces del cuerpo a su entorno y viceversa hasta que la ansiedad comience a desvanecerse. Permanecer así unos minutos y por último volver a tomar conciencia de la respiración.