Simón ha sido más duro que nunca en después de la reunión del Comité de Gestión Técnica del coronavirus: "no estoy nada contento y me resulta imposible imaginar cómo están los profesionales sanitarios". Ante la prensa, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias se ha confesado "decepcionado" y "con pena" después de ver las imágenes de aglomeraciones y fiestas de la noche del sábado a domingo. "Los españoles saldremos de la pandemia siendo mejores-, pero no todos, porque no todos somos en el grupo de los sensatos", ha dicho.
"No estoy enfadado, estoy decepcionado, incluso conmigo mismo, porque tengo un atril y no he podido hacer llegar correctamente el mensaje". Según el epidemiólogo, las celebraciones por el fin del estado de alarma ponen de nuevo sobre la mesa la posibilidad de una cuarta ola, que en principio consideraba que se podría evitar, aunque los datos siguen siendo muy altos. "Hasta hace dos días habría asegurado que la incidencia acumulada seguiría la tendencia a la baja, que teníamos una oportunidad importante de no tener una cuarta ola, ahora mismo yo no lo sé, ni creo que nadie en España se atreva a hacer predicciones", ha asegurado. "Entiendo que hubiera gente que lo necesitara, que tenían que hacer lo que les das el hambre, pero eso no impide que lo que hemos visto haya sido muy duro para muchas personas", ha explicado.
"Me ha dado pena, que se produzca en un país como el nuestro que ha sufrido tanto con el coronavirus, donde los profesionales sanitarios han estado al límite de sus fuerzas, donde la población ha tenido que soportar y todavía soporta a un número de muertes altísimo. Teniendo en cuenta toda esta información, datos, presión, sufrimiento con que esta enfermedad ha tratado algunos colectivos, lo que no sea intentar reducir los contagios al mínimo no me gusta y me pone triste", ha dicho delante de los periodistas.
Impacto sobre grupos concretos
Sobre el impacto de las fiestas, ha asegurado que no se puede saber cómo afectarán a la evolución de la pandemia, aunque espera que no se traduzcan en la población general y que "espera" que solo afecte grupos concretos de población, especialmente a los no vacunados, entre los cuales "el riesgo de contagio sigue siendo lo mismo". A pesar de eso, ha recordado que los contagios durante la noche del sábado y domingo pueden infectar a otras personas posteriormente y ha puesto el acento en el hecho que "hay vacunados que no acaban de inmunizarse y pueden sufrir la enfermedad".
Con todo, ha rechazado la necesidad de alargar el estado de alarma y ha puesto el acento en utilizar las medidas que están al alcance de las comunidades para contener el avance de la Covid-19. "Si cerramos completamente hasta diciembre, estoy seguro de que acabaremos completamente con el coronavirus en España. Pero no hay que mantener medidas tan drásticas de forma permanente", ha explicado a los periodistas.