Según la Organización Mundial de la Salud, la depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de una tristeza importante y que puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. Si es leve, se puede tratar con terapia, pero cuando tiene carácter moderado o grave a veces es necesario medicarse y llevar a cabo una psicoterapia por parte de un profesional. Por eso es importante prevenir antes de que ocurra y estar pendiente de los siguientes síntomas antes de que se agrave.
Los cambios de humor
Son uno de los síntomas más comunes de la depresión. Una persona que sufre esta patología puede sentirse triste o deprimida por largos períodos de tiempo. También suele presentar la sensación de sentirse vacía o perder la capacidad de alegrarse o ser feliz.
Sensación de indefensión
La depresión puede hacer que las personas se sientan sin esperanza, como si no hubiera un fin a la situación en la que se encuentran. Es una sensación de desesperación e impotencia, de que nadie puede ayudarles y de que siempre se sentirán deprimidos.
Sensación de inutilidad
Otro sentimiento común es del no tener autoestima, sentir que su vida no tiene sentido y que se han convertido en una carga para los demás o que el mundo o su familia están mejor sin ellos.
Culpabilidad
La culpa es una reacción normal después de que una persona dice o hace algo de lo que se arrepiente, pero las personas con depresión pueden tener sentimientos continuos de culpa que son inapropiados o desproporcionados a su situación. Se sienten mal consigo mismos y las cosas que han dicho o hecho, incluso respecto a eventos que han pasado hace mucho tiempo.
Falta de interés
Cosas de las que antes se solía disfrutar, dejan de apetecer. Salir con amigos, practicar deporte, tener relaciones sexuales… Suelen preferir estar solos y sin actividad concreta.
Ira e irritabilidad
Una persona con depresión se puede sentir a menudo enfadada con los demás. En este caso, son los hombres quienes tienen más probabilidades que las mujeres de experimentar esta irritabilidad y enojo.
Cansancio y pérdida de energía
Es muy típico que acciones cotidianas como levantarse por las mañanas, salir a dar un paseo o leer un libro se conviertan en algo casi imposible de abordar, porque se sienta un agotamiento que no responde a una actividad exigente.
Falta de sueño
Aproximadamente el 75% de las personas que sufre esta patología experimenta síntomas de insomnio. A veces, una persona con depresión puede ser incapaz de dormir bien, ya sea para quedarse dormido o para permanecer dormido durante un largo rato.
Inapetencia o gula
En ocasiones, se pierde el deseo y el apetito por la comida, lo que puede causar pérdida de peso. En otras, por el contrario se experimentan muchas ganas de alimentarse y la comida se convierte en un mecanismo de confort para los aliviar los sentimientos negativos.
Dolores y otros síntomas físicos
Las personas deprimidas pueden somatizar sus sentimientos y experimentar síntomas físicos persistentes que no responden al tratamiento, como dolores de cabeza o molestias digestivas continuas.
En todo caso, de la depresión, como de muchos otros trastornos se puede salir con ayuda. Y aquí te ofrecemos unos útiles consejos para facilitarte el camino al restablecimiento.