Tratar las depresiones más graves con un espray nasal. Esta es la primera solución farmacológica para los pacientes resistentes a los tratamientos antidepresivos presentada por Janssen (Johnson & Johnson) y aprobada por el ministerio de Sanidad español, bajo el nombre comercial Spravato. El Esketamina es el antidepresivo más potente contra los casos más graves de la enfermedad o resistentes a otros fármacos, con la novedad que se administra a través de la polvorización nasal, que lo hace más cómodo y de más rápida absorción. Su uso está indicado para pacientes con depresión moderada o grave que ya han probado otros tratamientos sin éxito.
Tratar la depresión con esketamina
La esketamina es un anestésico que puede calmar el dolor sin suprimir la respiración y un alucinógeno que puede producir efectos con un riesgo muy bajo de sobredosis mortal. Tal como lo ha aprobado esta semana el ministerio de Sanidad, el nuevo tratamiento Spravato, "administrado de manera conjunta con terapia antidepresiva oral, está indicado en adultos con un episodio de trastorno depresivo importante, de moderado a grave, como tratamiento agudo a corto plazo, para la rápida reducción de los síntomas depresivos, los cuales de acuerdo con el criterio clínico constituyen una emergencia psiquiátrica," indican en su página web. La rapidez con la cual actúa el fármaco, de unas 24 horas, puede ayudar a prevenir el suicidio. Además, supone una nueva esperanza para el 30% de los enfermos de depresión que no responden positivamente a ningún tratamiento.
Financiado por el ministerio de Sanidad
Según ha estipulado el ministerio, los médicos pueden recetar Spravato en casos de depresión grave "que no han respondido al menos a dos tratamientos diferentes con antidepresivos en el episodio depresivo moderado o grave actual". Por otra parte, el fármaco está subvencionado por el Estado español en los casos que "en combinación con inhibidores selectivos de la recaudación de serotonina o inhibidores de la recaudación de serotonina y noradrenalida", los pacientes con enfermedades graves no responden a al menos tres tratamientos alternativos contra la depresión.