Todos aquellos que han aumentado de peso este año deben saber una cosa: no están solos. Todavía hacen falta más estudios para concretar cifras, pero las primeras investigaciones que se están realizando muestran que se trata de un buen porcentaje de la población.
En el Reino Unido se acaba de dar a conocer una encuesta que muestra que más de la mitad de las personas ha tenido dificultades para controlar su peso durante el confinamiento que tuvo lugar en los momentos más difíciles de la pandemia por coronavirus. Si ya de por sí mantener un peso saludable es una cuestión complicada para muchas personas en tiempos normales, todavía está siendo más difícil en este momento tan complejo.
La encuesta de la investigación, realizada a más de 800 adultos en el Reino Unido entre el 9 de abril y el 16 de mayo de 2020 y presentada en el Congreso Europeo e Internacional sobre Obesidad que ha tenido lugar a principios de septiembre, concluye que más del 63 por ciento de los encuestados han encontrado muy difícil o algo difícil controlar su peso durante el confinamiento.
Los investigadores han informado de que esta dificultad se debe a cuatro razones principalmente: dificultad para encontrar alimentos saludables en las tiendas, mayor cantidad de refrigerios debido al aburrimiento que ha producido estar en casa sin poder hacer nada, comer en respuesta a niveles más altos de estrés y ansiedad, y menos posibilidad para hacer ejercicio. Los resultados de estudio van en consonancia con lo que los médicos han estado observando en sus consultas, aseguran los especialistas participantes en el Congreso.
La obesidad es un problema de primer orden para la salud pública. Aumenta el riesgo de padecer patologías como la diabetes tipo 2, derrames cerebrales, enfermedades cardíacas, hipertensión y otros problemas de salud. Pero durante la pandemia, la obesidad es una preocupación aún mayor, ya que es una de las afecciones subyacentes que pueden ponerlo en mayor riesgo de desarrollar un caso más grave de COVID-19. Por eso los médicos han pedido un especial esfuerzo para informar de las consecuencias de la obesidad y de la necesidad de adoptar hábitos de vida saludables.
El problema es que la pandemia está dificultando el mantenimiento de hábitos saludables, tal y como reconocen los expertos. Por eso lo más aconsejable es establecerse un plan para llevar a cabo una serie de rutinas todos los días a las mismas horas e intentar ser fiel a las mismas. Tampoco hay que hacer mucha saña con uno mismo debido al aumento de peso, ni culparse y juzgarse en exceso, porque hemos vivido una situación extraordinaria que ha afectado de una manera a otra a la mayor parte de la población.
Por eso, lo mejor es vivirlo como un aprendizaje y analizar cuáles son los hábitos perdidos durante el confinamiento y cómo se pueden volver a recuperar. Durante el Congreso se recomendó comenzar el día con una caminata y si se ha perdido la costumbre de acudir a un gimnasio, establecer un plan de ejercicios de fuerza y aeróbicos, que deben aumentarse progresivamente.