Tomar suplementos de omega 3 puede no ser tan saludable como se piensa. Así queda patente en dos revisiones de diferentes estudios a gran escala que han concluido que aumentar la ingesta de estos productos puede aumentar ligeramente el riesgo de cáncer de próstata. La relación entre la ingesta de omega 3 y cáncer ha sido objeto de estudio en múltiples ocasiones, aunque con resultados han sido contradictorios. 

Por este motivo, un equipo de científicos de la Universidad de East Anglia en el Reino Unido han llevado a cabo una extensa revisión que han publicado en la revista British Journal of Cancer. En total, analizaron 47 estudios que incluyeron 108.194 participantes. Se investigó si la ingesta de los ácidos grasos omega 3 y omega 6 podría influir en el riesgo de incidencia del cáncer de mama o el cáncer de próstata. Todas las investigaciones se realizaron en adultos sin cáncer y duraron al menos 1 año. 

En general, los expertos han concluido que aumentar la ingesta de omega 3 tiene poco o ningún efecto sobre el riesgo de desarrollar cáncer, excepto en un caso: el de próstata, donde se observó un ligero incremento.

El estudio también analizó la relación entre la ingesta de este nutriente y las enfermedades cardíacas. En total, se tuvieron en cuenta datos de 86 experimentos en los que estuvieron involucradas 162.796 personas. Al igual que con la revisión del cáncer, cada estudio tuvo una duración mínima de 1 año.  Tras analizar los datos, los autores subrayan que el aumento de la ingesta de estos suplementos redujo ligeramente el riesgo de muerte por problemas coronarios, pero no otros de tipo cardiovascular.

Para poner estos hallazgos en perspectiva, los autores de la revisión del cáncer explican que si 1.000 hombres aumentaran su ingesta de omega 3, daría lugar a tres casos adicionales de cáncer de próstata. Por el contrario, si 1.000 personas aumentaran su consumo de omega 3, tres evitarían la muerte por enfermedad coronaria, seis evitarían un accidente de carácter coronario y uno evitaría la arritmia. 

En cualquier caso, lo que pone de manifiesto este estudio en su conjunto es que, a pesar de la información que a veces circula al respecto, los suplementos de omega 3 no son ninguna panacea. En cualquiera de los dos casos, en las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, tiene poca influencia. Además, a esto se unen otras evidencias que han demostrado que estos productos tampoco protegen contra afecciones como ansiedad, depresión, accidente cerebrovascular o diabetes.

Por lo tanto, teniendo en cuenta que muchos de ellos están elaborados con aceite de pescado con el impacto medioambiental que esto implica, no tiene mucho sentido seguir tomando los suplementos con el objetivo de mejorar la salud de cualquier persona. Para eso, es mejor fomentar su consumo en la alimentación, a través de alimentos como el pescado azul, las nueces y semillas como el lino