Se calcula que unos 60 millones de estadounidenses tienen un trastorno del sueño. Esto supone que casi un 20% de la población norteamericana no duerme bien. Un porcentaje que no difiere demasiado de la situación de los europeos. Pero sufrir de problemas del sueño no significa solamente que se descansa mal, las implicaciones para la salud van más allá.
Las noches de insomnio se asocian con una serie de patologías como enfermedades cardíacas, presión arterial alta, diabetes y ciertos tipos de cáncer. Desde hace tiempo se ha creído que el uso nocturno de alcohol, cafeína y nicotina perjudica la conciliación del sueño pero hasta ahora no se había realizado un estudio exhaustivo en condiciones.
El estudio
El estudio dirigido por un investigador de la Florida Atlantic University con colaboradores del Hospital Brigham and Women's, Harvard T. H Chan School of Public Health, Harvard Medical School, Emory University the National Institutes of Health y el University of Mississippi Medical Center, es una de las investigaciones más importantes realizadas hasta la fecha para examinar el consumo nocturno de alcohol, cafeína y nicotina entre un grupo de afroamericanos con resultados de sueño medidos objetivamente en sus entornos naturales.
Por medio de sensores del tipo pulsera y diarios de sueño, los investigadores examinaron las asociaciones del uso nocturno de alcohol, cafeína y nicotina con la duración y la eficiencia del sueño y la vigilia después del inicio del sueño. El estudio incluyó a 785 participantes y acumuló resultados de 5.164 días de control mediante pulseras sobre la cantidad de alcohol, cafeína o nicotina que consumieron dentro de las cuatro horas anteriores a acostarse.
Las conclusiones
Los resultados del estudio, publicado en la revista Sleep, pueden resultar del agrado de los amantes del café. Los investigadores no encontraron una asociación entre el consumo de cafeína dentro de las cuatro horas antes de acostarse con ninguno de los parámetros del sueño.
Sin embargo, los responsables del estudio advierten que la dosificación de la cafeína, las variaciones de cada persona en la sensibilidad y tolerancia a la cafeína no pudieron medirse y pueden desempeñar un papel importante en la asociación entre el consumo de cafeína y el sueño.
Para los fumadores y aquellos que disfrutan de una bebida alcohólica con la cena, el estudio muestra que una noche con el uso de nicotina y/o alcohol dentro de las cuatro horas antes de acostarse demostró una peor continuidad del sueño que una noche sin estas sustancias.
La nicotina fue la sustancia más fuertemente asociada con la interrupción del sueño y otra razón más para dejar de fumar. Hubo una interacción estadísticamente significativa entre el uso nocturno de nicotina y el insomnio en relación con la duración del sueño.
Entre los participantes con insomnio, el uso nocturno de nicotina se asoció con una reducción promedio de casi 43 minutos en la duración del sueño. Por lo que los efectos de la nicotina pueden ser particularmente significativos entre las personas con insomnio.
Los resultados de este estudio son especialmente significativos ya que se observaron en personas no seleccionadas por problemas de sueño y que generalmente tenían una alta eficiencia del sueño.
Estos hallazgos respaldan las recomendaciones que promueven la restricción del uso nocturno de alcohol y nicotina para mejorar la continuidad del sueño.