A estas alturas a nadie se le escapa que fumar es un mal hábito, tanto para la salud en general como para mantenerse en una buena forma física. Pero ahora, un nuevo estudio apunta a que podría existir una relación entre la adicción al tabaco y la depresión.

Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista PLOS ONE y son el producto de un trabajo llevado a cabo por la Escuela de Salud Pública y Medicina Comunitaria de la Universidad Hebrea-Hadassah Braun de Jerusalén.

Según los autores, el tabaquismo es un factor que predispone a la depresión. Se conoce que la depresión afecta el doble a los fumadores frente a los que no fuman. Pero la cuestión es que no está claro cuál es la razón que hace que esto sea así. Pese a esto, algunos científicos creen que fumar conduce a la depresión y no al contrario.

Fumadora

Por otra parte, otros trabajos de investigación han concluido que aquellas personas que no han sido fumadoras nunca, tenían una mejor calidad de vida en lo referente a la salud y sufrían menos depresión y ansiedad.

Para tratar de ver si encontraban alguna evidencia entre la calidad de vida saludable y el tabaquismo, el equipo de científicos israelíes se propuso estudiarlo con un grupo de estudiantes serbios. La elección de Serbia como país para el estudio tenía que ver con que no se han realizado muchos trabajos al respecto en naciones con ingresos de nivel medio. Además, en el país balcánico, una cuarta parte de la población es fumadora, por lo que consideraron que podría ser un buen campo para su estudio.

La investigación

Se llevaron a cabo dos estudios. El primero tuvo lugar en el campus de la Universidad de Belgrado en 2009 y el segundo, en la Universidad de Prístina en 2015. Para ambas investigaciones se prestaron voluntarios 2.138 estudiantes, que se sometieron a diversos chequeos médicos y rellenaron extensos cuestionarios sobre sus antecedentes sociales y económicos y sobre su estilo de vida.

Además de un completo cuestionario sobre calidad de vida sobre la salud, los científicos utilizaron con los estudiantes el Inventario de Depresión de Beck (BDI), para poder evaluar síntomas depresivos entre los voluntarios.

En general, el estudio encontró que tener un puntaje BDI más alto estaba asociado con el tabaquismo. Además, los estudiantes que fumaban tenían dos o tres veces más probabilidades de tener depresión clínica que aquellos que nunca habían fumado.

Colillas

En la Universidad de Pristina, el 14% de los que fumaban tenían depresión, mientras que solo el 4% de sus compañeros no fumadores tenían la afección. Entre los que fumaban en la Universidad de Belgrado, el 19% tenía depresión, en comparación con el 11% de los que no fumaban.

Según los autores del estudio, “los hallazgos de nuestro estudio se suma al creciente cuerpo de evidencia de que fumar y la depresión están estrechamente relacionados. Si bien quizá pueda ser demasiado temprano para decir que fumar causa depresión, el tabaco parece tener un efecto adverso en nuestra salud mental.