Este año 2020 pasará a la historia por ser uno de los más complicados de las últimas décadas debido a la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2. Los expertos en salud mental de todo el mundo están analizando cómo el confinamiento y las medidas de distanciamiento social han afectado a la salud mental de la población, pues se ha tratado de una situación inédita.

Pero a esto hay que añadir otro componente del que vienen advirtiendo los psiquiatras y psicólogos y es lo que se ha venido a llamar la “fatiga de la pandemia”, provocada porque por el momento no se atisba un final definitivo y, por lo tanto, va a seguir afectando a nuestra vida de una forma considerable.

La fatiga pandémica se traduce en un agotamiento por parte de la población, que ha experimentado de una manera o de otra, pérdida de seres queridos, el padecimiento de la COVID-19 y sus consecuencias, disminución de la vida social y las relaciones, inseguridad en el trabajo y una serie de tensiones que está provocando esta nueva forma de vida llena de protocolos de seguridad que se está imponiendo para evitar los contagios.

Estar mental y físicamente agotado tiende a reducir la capacidad de recuperación y a aumentar los sentimientos de temor e impotencia, disminuyendo la capacidad para sobrellevar la situación y encontrar motivación. Por eso, los expertos alertan de que se están disparando los síntomas de nerviosismo, ansiedad y depresión en la población. El hecho de no terminar de ver el final de la situación, a pesar del anuncio de las vacunas, ahonda en este problema y es contraproducente a la hora de controlar el estrés.

Pasan los meses y la situación no mejora, provocando la fatiga de la pandemia

Estos son algunos consejos para intentar calmar esta “fatiga de la pandemia”.

No crearse demasiadas expectativas

Aunque en estas dos últimas semanas varias empresas han anunciado la conclusión de la fase 3 de las vacunas y el buen resultado de los ensayos, hay que pensar que todavía queda un tiempo hasta lograr una inmunización considerable en la población. Por lo tanto es mejor pensar en el día a día y no creer que este problema se va a solucionar en la próxima primavera.

Mantenerse activo

Esta fatiga puede provocar un desánimo que afecta gravemente a nuestras ilusiones. Por eso es importante mantenerse activo, trabajar, llevar a cabo actividades que nos motiven y nos gusten e identificar qué es lo que más nos estresa para evitarlo en la medida de lo posible.

Buscar espacios de soledad

Puede parecer una contradicción, pero las cuarentenas y confinamientos han provocado una tensión añadida en los hogares, donde se ha tenido que convivir en familia mucho más tiempo de lo habitual. En este sentido es fundamental mantener el espacio personal, buscando momentos para poder estar solo en ocasiones.

Planificar bien el día si se trabaja desde casa

Especialmente para aquellos que trabajan desde casa, que son muchos en esta situación, es especialmente importante crearse una rutina diaria para no estar todo el día trabajando por un lado ni para perder la noción de las diferentes horas del día y acabar acostándose a las tantas y estar despierto toda la noche.

Si estás teletrabajando, debes crearte una rutina para no sacar tiempo para hacer otras cosas

No perder de vista el cuidado personal

En esta situación, no hay que dejarse. Hay que ser especialmente cuidadoso con los hábitos, llevar a cabo una dieta saludable, hacer ejercicio, dormir bien y establecer contacto con los familiares y amigos.