El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno mental que provoca que las personas que lo padecen sufran de pensamientos, ideas, sentimientos y sensaciones recurrentes que pueden calificarse de obsesiones y que generan comportamientos repetitivos que los llevan a hacer algo una y otra vez. En caso de no hacerlo, esto les genera un gran sentimiento de ansiedad y desasosiego. Según la OMS, es uno de los trastornos mentales más discapacitantes que existen y afecta gravemente a la calidad de vida de las personas.
Una nueva investigación publicada en la revista PLOS Computational Biology y que ha sido llevada a cabo en la Universidad Hebrea de Jerusalén en Israel ha concluido que, en lugar de caracterizarse por un comportamiento inflexible, el TOC puede manifestarse en una persona como resultado de una desconfianza en las experiencias pasadas. Es decir, que podría haber una razón subyacente para el desarrollo del TOC.
Los expertos decidieron abordar este asunto después de verificar que una gran cantidad de personas que sufren TOC, suelen hacer referencia a una experiencia pasada que les afectó de alguna manera. Y aunque parezca que los pacientes se sienten bien después de realizar el comportamiento compulsivo, lo cierto es que no terminan de sentir satisfacción. Por eso, extrañados por la vaguedad con la que recordaban esta experiencia pasada y el posible impacto que tuvo en sus vidas, decidieron investigar más sobre el asunto. Los científicos utilizaron ecuaciones matemáticas para evaluar cómo se desempeñaban las personas con TOC en una prueba de opción múltiple, y luego analizaron qué les hizo tomar las decisiones que tomaron.
Al parecer, todos ellos presentaban una curiosa coincidencia: la de no confiar en sus experiencias pasadas. Por ejemplo, una persona que verifica para asegurarse de que la puerta está cerrada aparentemente no confía en la precisión de esta información. Por lo tanto, continúa comprobando repetitivamente hasta que se queda satisfecho. En la mayoría de las circunstancias, estos actos compulsivos en sí a menudo adquieren más mérito para el paciente que el resultado que le va a provocar hacerlos, porque a través de experiencias pasadas ya saben que el resultado probablemente sería el mismo si no las llevaran a cabo.