El bucle de los pensamientos negativos es uno de los principales problemas a los que se enfrentan las personas que sufren ansiedad y depresión. Y no es nada sencillo acabar con ellos, porque terminan adueñándose emocionalmente de quienes los padecen. Poner fin a este ciclo negativo es el principal objetivo de un nuevo tratamiento para la depresión llamado terapia metacognitiva.
Según una nueva investigación, puede ser uno de los métodos más efectivos para evitar las recaídas de esta enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo y que se ha convertido en una de las mayores lacras de nuestra sociedad. De hecho, es la principal causa de discapacidad para las personas de entre 15 y 44 años, su tratamiento es largo y las recaídas, muy comunes. Tanto es así que solo alrededor del 30% de las personas con depresión no ha recaído 18 meses después del final de su tratamiento.
El nuevo estudio, publicado en Frontiers in Psychology, aborda esta nueva terapia metacognitiva, que enseña a las personas a no concentrarse en los pensamientos negativos. Generalmente, el responsable de que la depresión se perpetúe en el tiempo es un patrón de pensamiento sobre el que se reflexiona sobre una y otra vez. Tomar conciencia de este proceso ayuda a las personas a elegir un camino diferente y, en eso, se basa este nuevo método.
El estudio
Para llevar a cabo la investigación se reunió a 39 personas con depresión. Luego se hicieron dos grupos. El primero recibió terapia metacognitiva de inmediato, mientras que el segundo no. Durante este período de espera, dos personas abandonaron la investigación. Un año después, 34 participantes participaron de nuevo en una evaluación de seguimiento, que consistió en completar un cuestionario en casa. La evaluación mostró que entre los que habían seguido la terapia metacognitiva, entre el 67% y el 73% no había vuelto a sufrir recaídas.
Los investigadores también notaron una recuperación significativa entre las personas con síntomas graves. De aquellos que sufrían depresión severa, el 79% se había recuperado en el seguimiento, en comparación con el 60% de aquellos con depresión moderada. Solo el 15% de los participantes no habían visto cambios un año después del tratamiento, mientras que solo el 13% de las personas recuperadas habían recaído dentro del año. El resto vio algunos signos de mejora. También hubo una reducción notable en la ansiedad entre el grupo en general.
Ahora, las investigaciones deben proseguir para analizar los efectos a largo plazo de la terapia metacognitiva y compararla con otros tratamientos disponibles, como el tratamiento cognitivo-conductual, así como asegurar que existan criterios de diagnóstico para las evaluaciones de seguimiento. Aunque el estudio incluyó un número casi igual de hombres y mujeres (el 59% de los participantes eran mujeres), el pequeño tamaño de la muestra obliga a ampliar los estudios a mayor escala antes de que los científicos puedan sacar conclusiones más sólidas. Aun así, los científicos se muestran muy esperanzados y creen que puede ser un tratamiento a futuro para las personas con depresiones crónicas reincidentes.