Las lesiones musculares son muy frecuentes en el ámbito deportivo y los isquiotibiales son uno de los grupos musculares afectados con mayor frecuencia. Además, estas lesiones suelen generar bajas prolongadas y su incidencia va en aumento. Hemos hablado con el Dr. Mindaugas Gudelis, traumatólogo deportivo de Clínica Tenis Teknon, sobre qué son estas lesiones, sus síntomas y tratamiento.

¿Qué son los músculos isquiotibiales?

Los isquiotibiales son un grupo de músculos localizados en la cara posterior del muslo, que se extiende desde la cadera hasta la rodilla. Este grupo está formado por tres músculos principales: el semitendinoso, el semimembranoso y el bíceps femoral, que se divide en porción larga y corta. Estos músculos son responsables de flexionar la rodilla y extender la cadera, funciones cruciales para actividades como correr y saltar.

Dr. Mindaugas Gudelis, experto en medicina del deporte. Foto: Quirónsalud

Síntomas de las lesiones

La mayoría de las lesiones de los isquiotibiales se presentan como un dolor agudo en la cara posterior del muslo, que impide continuar con la actividad física. Estas lesiones suelen producirse en dos momentos críticos:

  1. Durante las carreras de alta velocidad: en la fase terminal de la zancada, cuando los músculos están sometidos a una contracción excéntrica.
  2. En el momento de placaje o patada, cuando la cadera está en flexión y la rodilla en extensión, y se produce un alargamiento excesivo de los músculos isquiotibiales.

¿Cómo se diagnostican estas lesiones?

Para el Dr. Gudelis, un diagnóstico preciso es esencial para determinar el tiempo de baja y el plan de recuperación. Se deben incluir una buena identificación del músculo afectado, la localización de la lesión y el grado de afectación del tejido conectivo.

Las lesiones miofasciales, por ejemplo, pueden requerir hasta 3 semanas de recuperación, mientras que las lesiones en la unión músculo-tendinosa pueden necesitar de 6 a 10 semanas, y las lesiones tendinosas podrían tardar de 2 a 4 meses en sanar, en algunos casos, y requerir tratamiento quirúrgico.

Como explica el experto, el diagnóstico clínico se basa en una serie de preguntas sobre cómo ocurrió la lesión y una exploración física exhaustiva del grupo muscular afectado. Posteriormente, se pueden requerir pruebas complementarias como ecografías o resonancias magnéticas. Esta última es especialmente útil para determinar la extensión y localización exacta de la lesión.

Tratamiento y recuperación

Inicialmente, el tratamiento conservador está indicado en la mayoría de los casos. Durante las primeras 24-72 horas, se recomienda la compresión, la aplicación de hielo y la restricción de la carga y se debe evitar la toma de antiinflamatorios. Posteriormente, el tratamiento incluye fisioterapia específica con ejercicios y estiramientos, diatermia y el mantenimiento de las estructuras no lesionadas, siempre respetando los tiempos biológicos de la curación de la lesión.

Persona jugando a fútbol. Foto: Pexels

Prevención de lesiones isquiotibiales

El doctor expresa que la prevención de lesiones de los isquiotibiales se puede abordar desde dos enfoques:

Primero, con una prevención primaria: incluye el fortalecimiento muscular, estiramientos, equilibrio de fuerza muscular, propiocepción y otros ejercicios neuromusculares adaptados para cada deporte. Segundo, con una prevención secundaria más personalizada. Es importante tener en cuenta las posibles lesiones previas que haya tenido el deportista, y adaptarse a sus necesidades específicas.

Para prevenir las lesiones de isquiotibiales es fundamental un enfoque global que involucre al deportista, al equipo médico y al equipo técnico. El doctor tiene claro que la implementación de programas preventivos personalizados y el control de la carga de entrenamiento son esenciales para reducir la alta incidencia y las recaídas en este tipo de lesiones.