Las calles de Catalunya han quedado prácticamente vacías a partir de las 22:00 horas de esta noche con la activación del toque de queda, medida con la que el Govern espera doblegar la curva de contagios de COVID-19. En las últimas horas se han reportado casi 5.000 nuevos infectados y 21 fallecimientos por el virus.
La Generalitat ha decidido no dilatar la puesta en marcha de las restricciones a la movilidad nocturna y ha comenzado a aplicarlas esta misma noche, unas horas después de que el Gobierno, en un Consejo de Ministros extraordinario, haya aprobado un nuevo estado de alarma que ampara a las comunidades para aplicar esta medida.
El despliegue de los Mossos
Un millar de Mossos d'Esquadra se han desplegado esta noche para informar a la ciudadanía de la aplicación de esta medida, ya que por el momento su actuación será "pedagógica y didáctica" y al menos hoy no se han impuesto multas.
Aunque el Ejecutivo de Pedro Sánchez establece un toque de queda en todo el país desde las 23.00 hasta las 06.00 horas, las comunidades tienen la posibilidad de adelantar o atrasar una hora la aplicación de la medida.
El gobierno catalán ha optado por endurecer las restricciones y aplicar el toque de queda desde las 22:00 horas, lo que obliga a los establecimientos comerciales a cerrar sus puertas al público a las 21.00 horas.
No se descarta el confinamiento domiciliario
Aunque limitar la movilidad nocturna debería ayudar a reducir los contagios de coronavirus, la Generalitat no descarta aplicar en un futuro un confinamiento domiciliario o perimetral dada la negativa evolución de la pandemia en Catalunya.
"No queremos llegar a un confinamiento domiciliario, pero debemos ser claros y hablar como adultos. No podemos descartar ninguna medida", ha dicho el vicepresidente de la Generalitat y conseller de Economia, Pere Aragonès, que ejerce las atribuciones de presidente en funciones.
En Catalunya bares y restaurantes están cerrados desde hace más de una semana y así seguirán de momento, pese a la activación del toque de queda.
La policía velará por el cumplimiento de la restricción de la movilidad nocturna, que tiene por objetivo principal acabar con los botellones y las reuniones de más de seis personas en las calles. Las sanciones por el incumplimiento de esta medida serán de los 300 a los 6.000 euros.
La intención del Gobierno es que el nuevo estado de alarma se prolongue durante seis meses, hasta el próximo 9 de mayo, si bien la prórroga de esta medida estará en manos del Congreso.