La tos ferina se ha convertido en un problema de salud, especialmente entre los niños y adolescentes de entre 10 y 14 años. La Asociación Española de Pediatría ha confirmado que la tos ferina ha subido en el conjunto del territorio del Estado. Según la última actualización, la tos ferina ha registrado 5.242 casos acumulados hasta la semana 8 del año en España (61 casos en el mismo periodo del 2023). Hasta la semana 7/2024, se notificaron 4.097 casos, mientras que en el mismo periodo del 2023 habían sido solo 54 casos (incremento de un 7500%). El acumulado en 2024, 4.097 casos, era un 85% más que en todo el 2023 (2.211 casos). Pero Catalunya había notificado hasta finales de febrero 2.284 casos, más de la mitad de todos los casos del conjunto del Estado. Al mismo tiempo, la mitad de los casos catalanes se han registrado en la comarca del Vallès, en el norte de Barcelona. Los niños y adolescentes de 5-14 años sumaban el 60% de los casos.
Barcelona sufre un significativo aumento de los contagios por esta enfermedad, que se han multiplicado por cinco en comparación con el 2023. Así, si el año pasado se identificaron 67 infecciones, en lo que llevamos de 2024 ya se han contabilizado 337 casos, según las cifras de la Agència de Salut Pública de Barcelona. A mediados de febrero trascendió que se había producido una explosión de contagios en Catalunya, con más de 300 casos desde principio de año con un brote de al menos 18 afectados en Cerdanyola del Vallès, y otros brotes detectados en centros educativos de Terrassa y Sabadell. También ha habido contagios notables en Lleida y, en tercera posición, en el área metropolitana de Barcelona.
Una infección leve pero muy contagiosa
La tos ferina es una infección respiratoria causada por Bordetella pertussis, muy contagiosa, caracterizada por un comienzo insidioso similar a un cuadro catarral, seguido de una tos paroxística prolongada que a menudo se acompaña de un estridor inspiratorio característico ("gallo"). La tos ferina es endémica en el ámbito mundial y se presenta, clásicamente, con brotes epidémicos cada 3-5 años, el último en 2015. La pandemia de la covid-19 provocó una interrupción de las infecciones respiratorias entre el 2020 y el 2022, pero después de este paro, desde la segunda mitad del 2023 se está observando un incremento extraordinario de la incidencia de la enfermedad. Según informes del Centro Nacional de Epidemiología (CNE), después del aumento de casos de tos ferina en 2023, desde comienzo de año la incidencia de la enfermedad ha experimentado un incremento extraordinario.
La vacuna, indispensable
Según Betevé, la mayoría de los casos detectados en Catalunya son leves. Esta enfermedad infecciosa empieza con una tos que empeora y puede ir acompañada de vómitos. Se transmite a través de los mocos y los estornudos y requiere tratamiento antibiótico. Para la mayoría de la población la tos ferina no genera complicaciones más allá de una tos que puede alargarse semanas. Pero puede ser una enfermedad grave en los bebés de menos de un año, con una tasa de mortalidad de entre un 0,5% y un 1%. Para proteger a los bebés al nacer, se vacuna las embarazadas en el último trimestre. Actualmente, se hace a un 85% de las embarazadas. Esta semana ha trascendido que en la segunda mitad del 2023 murió un bebé cuya madre no se había vacunado durante el embarazo. Posteriormente, los niños reciben la vacuna hexavalente a los dos, cuatro y 11 meses, y a los seis años.
Los pediatras piden un nuevo recordatorio
Aunque siempre se ha considerado una enfermedad infantil, en las últimas décadas se detecta a menudo un aumento en personas de más edad, especialmente en adolescentes. Ahora el grueso de casos de tos ferina se sitúa entre los 10 y los 14 años. Por eso los pediatras piden un nuevo recordatorio de la vacuna entre los 11 y los 14 años, cuando la vacuna ha perdido eficacia desde la última dosis a los 6 años. Así lo reclama la presidenta de la Sociedad Catalana de Pediatría, Anna Gatell explica que pide esta nueva dosis, que sería la misma que ya se aplica a las mujeres embarazadas.