Nuevas revelaciones de la importancia de la fase REM en el sueño. Un estudio realizado por investigadores del Hospital Clínic de Barcelona-IDIBAPS ha confirmado que el trastorno de sueño aislado de la fase REM con movimientos oculares rápidos (iRBD, por las siglas en inglés) es precursor de enfermedades degenerativas relacionadas con la proteína a-nucleína. Son enfermedades como el Parkinson, la demencia con cuerpos de Lewy (DLB) o la atrofia multisistémica (MSA), patologías denominadas sinucleinopatias, que podrían originarse o detectarse en etapas iniciales a través del iRBD, según ha explicado el Clínic en un comunicado. La evidencia se ha obtenido a partir del estudio de tejido cerebral postmortem, y es la primera investigación con más casos donde se confirma esta relación "de manera detallada y definitiva", según se ha publicado en la revista The Lancet Neurology.
El trabajo ha sido liderado por el jefe de la Unidad de trastornos del sueño del Clínic, el doctor Àlex Iranzo de Riquer, jefe del grupo Neurofisiología clínica del IDIBAPS, junto con el doctor. Gerard Mayà, neurólogo e investigador del mismo equipo. También han participado la doctora Raquel Sánchez-Valle, directora Médica del Clínic Barcelona y jefa del grupo Enfermedad de Alzhéimer y otros trastornos cognitivos del IDIBAPS, e investigadores del Banc de Teixits Neurològicos del IDIBAPS.
¿Qué es la fase REM?
La fase REM (Rapid Eye Movement) es una de las cinco etapas del ciclo del sueño que se caracteriza por una intensa actividad cerebral parecida a la del estado de vigilia. Pasa aproximadamente 90 minutos después de quedar dormido y se repite varias veces durante la noche, representante en torno al 25% del ciclo total del sueño. Sus características principales son los movimientos oculares rápidos y aleatorios, la alta actividad cerebral, con predominio de ondas theta; la atonía muscular (parálisis temporal) en la mayoría de músculos del cuerpo, excepto los oculares y respiratorios; aumento del ritmo cardiaco y la presión arterial y los sueños vividos y las pesadillas. Las funciones de la fase REM ayudan a la consolidación de la memoria y el aprendizaje; el procesamiento y almacenaje de información adquirida durante el día; la regulación emocional y el equilibrio psicológico, la estimulación de regiones cerebrales relacionadas con el aprendizaje y el desarrollo cognitivo y maduración cerebral.
¿Qué es el trastorno iRBD?
El iRBD es un trastorno del sueño caracterizado por pesadillas y conductas anormales durante el sueño, como gritos o puñetazos, asociados a un sueño REMO sin relajación muscular. Este trastorno ya había sido considerado precursor de enfermedades neurodegenerativas por el grupo liderado por Iranzo, en una línea de investigación que se remonta al 2006. Hasta ahora, sin embargo, faltaban evidencias definitivas para confirmar el vínculo con trastornos mayores como el Parkinson o la demencia con cuerpos de Lewy.
¿Que muestra el nuevo estudio?
El estudio muestra que la identificación temprana del iRBD podría servir como biomarcador clave para la progresión de las enfermedades asociadas a la proteína a-sinucleína, hecho que se considera importante para la detección precoz y la intervención clínica. Otra de las observaciones del estudio es la identificación de una serie de patologías coexistentes que afectan a la mayoría de personas con iRBD, con una prevalencia alta de cambios neuropatologicos típicos de la enfermedad de Alzheimer. "En particular, observamos una prevalencia alta de cambios neuropatológicos típicos de la enfermedad de Alzheimer. Los 20 pacientes con iRBD tenían α-nucleína en el cerebro. Pero el 70% presentaron estas características patológicas asociadas a Alzheimer, cosa que podría sugerir que el iRBD podría estar vinculado a un riesgo mayor de desarrollar también Alzheimer, si bien su implicación todavía no está clara", apunta a Gerard Mayà.
¿Cómo se ha hecho el estudio?
El equipo de Àlex Iranzo examinó cerebros y médulas espinales postmortem de 20 pacientes con iRDB. Los hallazgos presentan un vínculo claro entre este trastorno del sueño y la acumulación de a-sinucleína en varias áreas del cerebro, lo cual afirma que es un signo muy precoz de neurodegeneración, subrayan los investigadores.
En los pacientes que no habían desarrollado síntomas de demencia o parkinsonismo, los depósitos de a-sinucleína se encontraban localizados en el tronco encefálico y el sistema límbico. En los pacientes que habían desarrollado Parkinson o demencia con cuerpos de Lewy, los depósitos de la proteína eran mucho más extensos, hecho que sugiere una progresión de la enfermedad cabe a un daño neuronal más extendido. En más, los investigadores encontraron que los depósitos de a-nucleína no solo estaban presentes en las neuronas, sino también en las células gliales (astrocitos y oligodendrocitos), lo cual los sugiere que la glía también juega un papel clave en la progresión de la enfermedad.
Los 20 pacientes analizados tenían a-sinucleína, pero el 70% presentaban características patológicas asociadas a esta enfermedad. Los investigadores creen que eso podría sugerir que el iRBD está asociado también a un riesgo mayor de sufrir Alzheimer, aunque la implicación todavía no está clara.
¿Cómo puede ayudar al estudio?
La identificación temprana del iRBD podría servir como biomarcador para la progresión en alfa-sinucleopaties, cosa que resulta importante en la detección precoz y en la intervención clínica, afirma el estudio. Además, la identificación de múltiples patologías coexistentes abre "nuevas oportunidades" para diseñar terapias dirigidas no solo al alfa-si nucleína, sino también en otras proteínas patológicas.
El estudio sugiere que los ensayos clínicos que traten de manera combinada diferentes proteínas patológicas podrían ser una estrategia "prometedora" por prevenir o retrasar la aparición de Parkinson y demencia en personas con iRBD.