La hiperhidrosis es una afección que puede resultar de una gran incomodidad para las personas que la padecen, hasta el punto de limitarles la calidad de vida y produciéndoles un daño importante en la autoestima y el bienestar emocional. Se produce cuando un ganglio del sistema nervioso simpático emite impulsos aleatorios provocando una hiperestimulación de las glándulas ecrinas, que comienzan a producir grandes cantidades de sudor sin que exista calor externo o una actividad física que lo justifique.
La hiperhidrosis la padece un 3% de la población, bien sea en un área específica o en todo el cuerpo. Generalmente comienza en la adolescencia y suele ser más activa en manos, pies, axilas e ingles debido a su concentración relativamente alta de glándulas sudoríparas.
Las causas pueden ser indefinidas (hiperdrosis idiopática primaria) o debidas a patologías como la obesidad, la gota, la menopausia, un tumor, envenenamiento por mercurio, la diabetes mellitus o el hipertiroidismo. Existen tratamientos como como la iontoforesis mediante la que se aplica una débil corriente eléctrica hacia las manos y los pies a través del agua, la toxina botulínica, que se inyecta para bloquear los nervios que desencadenan las glándulas sudoríparas, los medicamentos anticolinérgicos que inhiben la transmisión de los impulsos nerviosos parasimpáticos y la simpatectomía torácica endoscópica, una intervención quirúrgica en la que se cortan los nervios que activan las glándulas sudoríparas.
El Hospital Vithas Pardo de Aravaca ha realizado recientemente 20 intervenciones consecutivas para eliminar la hiperhidrosis mediante una innovadora técnica quirúrgica denominada Simpatectomía Bilateral Superior Torácica Videoasistida, que corrige el exceso de sudoración en una intervención de apenas 15 minutos.
La nueva técnica consiste en aislar el nervio que provoca el exceso de sudoración mediante la técnica del clipping. Los cirujanos deben realizar dos incisiones de 3 a 5 mm en el tórax, a través de las cuales insertan una microcámara que proporciona imágenes de muy alta resolución. Posteriormente, se introduce un fino catéter y se coloca el clip en la ubicación exacta del nervio responsable de la estimulación de las glándulas. La eliminación de la producción excesiva de sudor es inmediata al finalizar intervención.
Una de las ventajas de la técnica es que no se corta el nervio como se hace en la técnica clásica lo que hace que sea reversible. El clip de titanio se puede retirar en caso de que aparezca sudoración compensatoria excesiva, es decir que el paciente comience a sudar en otra parte del cuerpo, lo que solo sucede en apenas un 3% de los casos con esta técnica.
Según los expertos que intervinieron, los pacientes “pueden regresar a su domicilio sin apenas dolor unas pocas horas después de la intervención porque la cirugía es mínimamente invasiva, no requiere intubación traqueal, puede hacerse incluso sin anestesia general, las incisiones son milimétricas y, por tanto, el riesgo de infecciones es mínimo”.